TRABAJAR POR HUEHUE:

En estos días pre-navideños se planificaron una serie de actividades para celebrar los centenarios de la inauguración del Teatro Municipal, de la publicación de la Monografía escrita por el Lic. Adrián Recinos y para regalar luz, armonía y felicidad a los habitantes del municipio.

Quienes recibieron con beneplácito estos obsequios culturales, artísticos y materiales acudiendo a ellos para recibir el esfuerzo de personas que todavía se interesan principalmente en eventos intelectuales, seguramente se sentirían felices porque se dio de todo en este aspecto; como quien dice, hubo para todos los gustos.

En el ámbito meramente material muchas familias, principalmente los chiquillos, estarán muy contentos con los regalos que, en representación de Santa Claus, han entregado las autoridades municipales y uno que otro partido político que va en busca del apoyo popular.

Pienso que debemos agradecerles que dispongan de recursos y de tiempo para efectuar esta obra de caridad que, con intereses escondidos o no, lleva alegría a las familias mas pobres. Dios, que todo lo sabe, los premiará o los castigará, según el caso.

En cuanto a los actos culturales y artísticos que se organizaron en estos últimos días del año por los motivos apuntados, es de agradecer también el esfuerzo que, con pocos, muchos o ningún recurso financiero que los apoyara, determinadas personas hicieron para regalo del espíritu que pocos huehuetecos valoran en su justa dimensión y a los cuales acude un mínimo de la población.

Que no se diga mas adelante que aquí nadie trabaja en cuestiones culturales; que no se diga que desaparecieron totalmente del ámbito local, los huehuetecos que todavía aportan con su trabajo, su esfuerzo, su creatividad y algunas veces hasta con su propio dinero, para organizar actos de esta naturaleza que hablan con voz propia y mucho volumen, de lo mucho que Huehuetenango tiene para dar al País y al mundo, en cuanto al arte y la cultura en general.

Que la gente no pueda o no quiera visitar los lugares en donde se desarrollan estas actividades, eso ya es otro cantar; que algunos “críticos” destructivos no quieran ver lo positivo que todavía existe, eso es normal en una sociedad que, como la nuestra, camina a marchas forzadas en busca de un futuro incierto.

El desarrollo y el avance de la comunidad prosigue en medio de nuevas corrientes que nos llevarán allá a donde Dios quiera; si podemos evitar que caigamos en un profundo abismo insondable, podríamos hacerlo mejorando desde nuestra individualidad y desde el seno familiar, aportando lo que esté en nuestro poder, pero trabajando, no simplemente viendo y dejando hacer.

Si queremos que Huehuetenango mejore, no nos quedemos de brazos cruzados y trabajemos con ardor y entusiasmo por el bienestar propio y de la familia.