POLITICOS A LA OFENSIVA

  Dentro del panorama político nacional y doméstico hemos sido testigos del surgimiento, en plena madrugada, de los más ambiciosos políticos que la historia del País ha conocido al correr de su historia.

                       Han surgido ya a la palestra electoral, ha mucho tiempo de distancia, candidatos a la Presidencia y Vice-Presidencia, al Congreso de la República; candidaturas para las alcaldías y obviamente, ambiciosos candidatos a primeras concejalías, ansiosos de llegar a ocupar un lugar al ayuntamiento que les va a permitir vivir muy tranquilamente, sin trabajar, con un salario digno de un profesional muy bien remunerado.

                       La mayoría de los candidatos a la Presidencia ya tienen enderezados sendos procedimientos judiciales a los cuales deberán responder antes de ser legalmente inscritos; se les han imputados delitos, algunos de los cuales, principalmente los que son razonables (aunque nunca los condenen por su comisión), los retratan de cuerpo entero.

                       Desde candidatos a la Presidencia hasta quienes quieren vivir a costa de las contribuciones del pueblo como concejales o síndicos, han sido claramente señalados por utilizar títulos académicos que nos les corresponden cometiendo el delito de falsedad material e ideológica; tal su megalomanía, que se sienten en el paraíso terrenal si se les dice “doctores” y “licenciados”.

                       Algunos de estos candidatos, ya proclamados como tales, han procedido con tanta desfachatez e hipocresía desde siempre, que no se han detenido en utilizar instituciones apolíticas y con una límpida trayectoria social, para utilizarlas como trampolín para cumplimentar sus asqueantes ambiciones personales y hay quienes, por ignorancia o por maldad, les han apoyado sin remilgos.

                       Tampoco es desconocido el hecho de que, dentro de estos oportunistas y descarados ambiciosos, no existe ningún principio moral y ético en tanto de cumplir sus ambiciones económicas se trate y han utilizado hasta a las iglesias evangélicas a fin de conseguir “adeptos” y “seguidores” ingenuos, sin importarles el infinito respeto que los cristianos le debemos a al Ser Supremo, de alguna manera representado en “este valle de lágrimas”, por esas mismas iglesias y quienes las conducen con honestidad y muchas honorabilidad. Si desde ahora que supuestamente son simples nominados a las candidaturas de las cuales hablamos han cometido semejantes tropelías, ¿Qué podemos esperar para mas tarde?

                       Seguramente, si llegan, darán rienda suelta a sus delirios de grandeza, desenvainarán la espada del odio y de la venganza y se dispondrán a cortar cabezas, principalmente las de aquellos que, en estricto cumplimiento del deber que hemos mantenido frente a la comunidad, los hemos desenmascarado permanente…Y, como decía Raúl Velasco: “Y aún hay más”.

                       Pero por supuesto que tengo un mensaje al oído de quienes tendrán la oportunidad de escoger a quienes los acompañen en su aventura política, que puede ser la última y que, por su poca cancha en lides de esta naturaleza, podrían quedarse en la lona, sin pisto y con deudas millonarias por las “movidas chuecas” que les infligirán los estafadores que los rodean: Escojan gente de bien para que los acompañe, que tengan una hoja de vida limpia no solo en su actividad pública sino privada, que sumen y no que resten; que les añada prestigio y brillo y no solo oscuridad, hipocresía y cobardía a la vista de todos.

                       Por eso deben comenzar para no sumarse a la larga fila de “políticos novatos” simplemente objeto de burla y de exacciones ilegales y a quienes los “listos” de siempre, solo los estafarán.