PORTILLO:

Presidente del País del 2,000 al 2,004; a partir de la entrega del poder principió la persecución que ya se venía venir desde que cometió “la barbaridad” de hacerle frente a ciertos personajes sempiternamente “dueños de la guayaba”, como escribiera otro presidente exilado, el Ing. Jorge Antonio Serrano Elías. Los “dueños” se la juraron y por supuesto, se morirían antes de dejar de cumplir lo que se propusieron: Destruirlo a como diera lugar. Todo por cuestiones eminentemente económicas: Les tocó el bolsillo y eso, para ellos, es imperdonable. Desde entonces se montó “un operativo”, como suelen decir en la PNC, para “acabarlo” en el completo sentido de la palabra. No digo yo que el Lic. Portillo sea un “angelito”, pero como él, hay otros expresidentes que merecen ser investigados exhaustivamente y vamos a encontrar que tienen muchos “muertos” en su armario, pero como pertenecen a cierto “club” y nunca le tocaron las partes “intimas” al tigre, entonces quizá puedan vivir tranquilos ellos y hasta su cuarta generación, para quienes han dejado suficiente plata de manera que no tengan por qué preocuparse, siempre viviendo en la opulencia. Portillo, de extracción popular y por algo el expresidente más popular en la historia del País en este momento y sin pertenecer al “club” de los intocables, tenía que sufrir las consecuencias de su imperdonable falta en contra de los intereses de “los históricos” propietarios de todo, lo persiguieron con saña, lo metieron “al bote” en Guatemala, lo juzgaron aquí, lo declararon inocente para poder extraditarlo a los Estados Unidos, lo secuestraron llevándoselo de mala manera y a bordo de un avión lo depositaron en una cárcel gringa de donde, estaban seguros, jamás saldría. Pero no pensaron que allá, su poder económico, estaba neutralizado. Ha sido juzgado y condenado por los gringos (lo cual debiera ser vergonzoso para todos los guatemaltecos); saldrá libre en los primeros meses del año entrante o hasta en Octubre; debe devolver dos millones y medio de dólares, que fue lo que supuestamente le entregó el gobierno de Taiwán y aquí está el extremo del rencor y del odio. Los “mismos” han principiado a mover sus “marionetas” para que por medio de la ley de Extinción de Dominio, le arrebaten a su familia todo el dinero que posean de manera que no puedan juntar la plata para ese pago. ¡Qué barbaridad! Es que, perdonen la expresión, ¡No tienen madre! Pero estoy seguro que el dinero, a lo mejor, hasta uno de “los mismos” lo va a regalar para “cuidarse las espaldas”. El tema da para más, pero ahí lo dejamos…