¿AÚN CELEBRAMOS LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE?

COMUNICADO 37-10-2014

La llamada “Década de Oro” de Guatemala, que inició en 1944 y culminó en diez años luego de la gesta cívico-militar denominada Revolución del 20 de Octubre, hace 70 años, trazó una ruta nacionalista con profundos cambios políticos y sociales que perduran por su raigambre histórica y por sus reformas a favor de trabajadores y campesinos.

La Revolución, resultado de la rebelión de distintos sectores de nuestra sociedad de aquel entonces, con destacada participación de la Asociación de Estudiantes Universitarios –AEU- surgida un año antes en el seno de la Universidad de San Carlos de Guatemala, propició la caída del funesto dictador Jorge Ubico (1931-1944) y de su sucesor, el militar ubiquista Federico Ponce Vaides que estuvo tan solo108 días en el poder.

La insurrección popular marcó el inicio de un período durante el cual dirigieron al país una Junta Revolucionaria de Gobierno y dos presidentes electos de forma democrática, introduciendo avances sustanciales como el Código de Trabajo, el Seguro Social, el voto de la mujer y los analfabetos, así como otros más en los ámbitos político, social y económico. Fueron medidas que permitieron la libre organización de los campesinos y obreros, tras décadas de marginamiento y opresión gubernamental.

Hoy, 70 años después que terminara la serie de injusticias sociales y laborales que golpeaban al trabajador campesino y urbano de aquella época, cabe preguntarse si aún hay motivos para celebrar la Revolución de Octubre ante los magros avances que ha tenido Guatemala tras numerosos gobiernos de distinto corte político, entre civiles y militares, cuyos fines, por regla general, han sido la de responder a intereses sectarios.

A pesar de tales transiciones, más negativas que positivas, la Asociación de Periodistas de Guatemala, APG, sostiene que hoy más que nunca se debe conmemorar aquella gesta libertaria que contribuyó a que Guatemala saliera de las páginas más obscuras y tenebrosas de su historia política.

Y aunque actualmente los guatemaltecos están siendo abatidos por flagelos inconmensurables como la violencia, criminalidad y corrupción, la APG mantiene su esperanza en que nuestra sociedad alcanzará, algún día, la paz y estabilidad que anhela.

Guatemala, 16 de octubre de 2014.

JUNTA DIRECTIVA DE LA APG