VENTAS SORPRENDENTES:

VENTAS SORPRENDENTES:

          El Vaticano, ese pequeño Estado, inserto en otro Estado poderoso, justo en el corazón de Roma, Italia, ha sido, en el transcurso de los siglos, uno de los más poderosos religiosa y económicamente; desde ahí se han manejado siempre los hilos de la religión católica del mundo entero; desde ahí también, un alguna época de la historia, se decidió el destino de muchos pueblos del mundo, colocando y quitando gobiernos en su totalidad. El poder político y económico ha estado por años, en manos del Vaticano.

          Hace años, iniciando la década de los setenta, con base y fundamento en la llamada Teoría de la Liberación curas, monjas, catequistas y líderes católicos intervinieron en las acciones de guerrillas de países latinoamericanos que tenían la pretensión de tomar el poder utilizando la violencia armada; en algunos pocos países les funcionó, pero en otros, como Guatemala, solo ocasionaron la muerte de miles de ciudadanos y no consiguieron el objetivo; como que se olvidaron los principios de solidaridad y amor al prójimo establecidos por la propia religión cristiana, para pensar únicamente en objetivos de índole política.

          Lejos quedaron los principios y metas que trajeron para Huehuetenango los integrantes de la Congregación Maryknoll que se asentaron acá desde la década de 1,940 aproximadamente y que dejaron obras de beneficio social muy importantes, sin sesgos políticos visibles; algunas de estas obras aún funcionan beneficiando a la colectividad; la Cooperativa de Ahorro y Crédito La Inmaculada Concepción es una de ellas.

          Han pasado los años y solo esporádicamente, gracias a los nobles sentimientos altruistas de algunos miembros del clero, los huehuetecos más necesitados y humildes, han recibido apoyo de esta religión que obviamente, se ha encontrado con la “competencia” del sector evangélico que le ha restado, a ojos vista, buena parte de su membresía.

          Seguramente con apoyo internacional, algunas obras físicas y materiales que ahora vemos en Huehuetenango se construyeron pensando en aquello que en su tiempo, fue beneficioso para todos: El Colegio Maryknoll, el Colegio de La Salle, La Sagrada Familia, la Casa Diocesana, la casa de las Madres del Verbo Encarnado (frente al antiguo hospital), entre otras; a lo mejor en estas edificaciones, también hubo dinero aportado por feligreses locales y nacionales; pero de donde haya venido la plata ,para las construcciones no es el punto; es que estas obras tuvieron en su momento un sentido social claramente dedicado a la gente más necesitada de Huehue., porque independientemente de que la educación se haya convertido en un productivo negocio, no ha dejado de tener algo de social cristiano; la prueba es la Casa Miller y las becas o medias becas que se otorgaron a niños y adolescentes pobres en algunos de los establecimientos católicos mencionados.

          Entonces, si en un momento se han seguido y respetado las enseñanzas de Jesucristo, en el sentido de ayudar a los pobres y de velar por la satisfacción de sus necesidades, no entiendo cómo se estén tratando de vender o se hayan vendido ya, ciertas propiedades que surgieron para ayudar de alguna manera y que fueron construidas con indudables apoyos de feligreses locales, nacionales e internacionales para un fin preciso, sin que podamos entender que lejos de seguir utilizándolas con fines cristianos (que los hay por cientos), se quiera salir de ellas mediante una negociación como hay tantas. Yo le llamo “ventas sorprendentes” pero Ud. califícales según su leal saber y entender.

          ¿Quiénes son los interesados en vender? ¿Tienen la potestad ética y moral de vender lo que no les costó y que, de alguna manera, pertenece al pueblo católico de Huehuetenango? Si la negociación se ha hecho o se va a hacer ¿Quién o quienes se quedarán con el dinero del negocio? ¿A dónde y para qué van a servir los millones que se reciban? ¿Irá directamente al Banco del Vaticano? Ojalá pudieran demostrar documentalmente estos extremos…

          Las respuestas a estas y otras preguntas debieran exigirlas los católicos de pura cepa, principalmente. Porque la religión, cualquiera que sea, debe demostrar transparencia, humildad y honorabilidad en su accionar, principalmente en negocios como este.