CANSANCIO

Evidentes muestras de cansancio se han dado ya en Huehuetenango ante la certeza de que “pase lo que pase”, aquí no pasará nada.
Son tantos los problemas existentes sin una posible y real solución que pienso que la mayoría está esperando un milagro, el cual, no se va a dar.
La escasez de agua entubada (y contaminada), el exceso de basura por donde quiera, el evidente riesgo de una epidemia por la enorme contaminación existente, el “desmadre” en el tránsito citadino y el desorden y corrupción en el transporte público y taxis, el estado verdaderamente calamitoso de calles y avenidas de la ciudad, la inseguridad, la violencia generalizada, la delincuencia que ha sentado sus reales en el Departamento, el inicio de las “medidas de hecho” cuyo ejemplo mas destructivo ha sido el linchamiento de tres supuestos delincuentes y la “quema” de un camión, cuyo propietario innecesariamente arriesgó la vida del piloto y entregó en “bandeja” de plata su vehículo a quienes habían advertido que podrían actuar de esa manera; el ánimo caldeado de todas las comunidades buscando quien “se las pague” y no “quien se las debe”, etc., etc., etc.
Todo el desorden existente es uno de los muchísimos elementos sociales que identifican una terrible ingobernabilidad en la que “colaboran” con sus “mejores esfuerzos”, la mayoría de los elementos ineptos que nos ha tocado “en suerte” como “jefes” irresponsables de las distintas dependencias estatales y municipales nombrados y electos.
Vivimos actualmente una terrible pesadilla de la cual todos quisiéramos despertar cuanto antes; deseo casi imposible de lograr porque además de que pareciera que el Gobierno Central ni se entera del “brillante” desempeño de sus nombrados, las leyes del País en cuanto a sustituciones de los electos, casi no nos dejan esperanzas.
Pero talvez lo que mas desespera y desalienta es el conocimiento de que las sugerencias presentadas como posibles soluciones ante los muchos problemas, hasta ahora irresolubles en el municipio, no son ni siquiera escuchadas o leídas por los “infalibles”, “dilectos” y “sabios” miembros de la comuna. ¿Cómo, por ejemplo, van a extender una concesión gratuita para que empresas interesadas presten un servicio indispensable a la comunidad? ¿Cómo, en vez de subir tarifas en distintos servicios, van tan siquiera a considerar una rebaja ante la difícil situación económica por la cual atravesamos?
Siempre hemos afirmado y lo sostenemos con dignidad y decoro, que la municipalidad, esta o cualquiera otra, es una entidad de servicio comunal no una empresa de lucro para los mas sagaces comerciantes.
Si tuviésemos la suerte de que se comprendiera la frase anterior en toda su magnitud y concepción, el camino para la solución de la mayoría de nuestros problemas, estaría allanado.