CABILDO ABIERTO

Está circulando profusamente una invitación al pueblo para asistir a una sesión del concejo municipal a cabildo abierto que se realizará en el Parque Central a partir de las dos de la tarde el lunes 8 de Junio; la invitación la cursan la comisión del pueblo, los estudiantes universitarios y el concejo municipal.
Para el efecto me permito copiar textualmente lo que dice el Código Municipal en su artículo 38 y en la parte conducente: “...También, cuando la importancia de un asunto sugiera la conveniencia de escuchar la opinión de los vecinos, el Concejo Municipal, con el voto de las dos terceras partes del total de sus integrantes, podrá acordar que la sesión se celebre a cabildo abierto, fijando en la convocatoria el lugar, día y hora de la sesión...”
Este es el procedimiento marcado por la ley que ya debió cumplirse a rajatabla; seguramente en el acta de una de las sesiones precedentes, el actual concejo municipal habrá dejado constancia de la discusión y aprobación de este punto y se habrá anotado la importancia del asunto o asuntos a tratar, de manera que la sesión a cabildo abierto tenga legalidad.
Seguramente también el concejo y organizaciones que invitan ya habrán informado al pueblo que quienes asistan, tendrán voz pero no voto y que todos, sin excepción, deberán guardar la compostura, decoro y dignidad que corresponde a una reunión de tal naturaleza y que si no se dan las condiciones aquí marcadas, la reunión podrá suspenderse sin ninguna responsabilidad para el concejo.
Estos son pequeños detalles que quienes estén dispuestos a asistir debe conocer con anticipación para evitar disgustos y molestias que podrían derivar en discusiones bizantinas o en algo peor; la responsabilidad de una información deficiente en un evento de esta naturaleza recae directamente en quienes han dispuesto realizar esta sesión; además, han tenido que conocer a fondo los distintos escenarios que se pueden presentar, el mecanismo acertado para dirigir ¡Menuda reunión!, control absoluto de los participantes y una agenda que contenga específicamente el punto o puntos a tratar.
Estoy convencido de que todas las aristas que contiene una sesión pública de un concejo municipal, cualquiera que este sea, habrán sido convenientemente analizadas y planificadas al dedillo para evitar inútiles y peligrosas confrontaciones.
Una de los principales elementos a considerar en la discusión sobre si conviene o no efectuar una sesión de esta naturaleza tendría que haber sido necesariamente, cómo estaría integrada la masa comunitaria a participar en la misma, habida cuenta que la población de Huehuetenango está totalmente polarizada en cuanto se refiere a cuestiones de administración y dirigencia de los asuntos municipales; y a sabiendas de que existen grupos con muy diversas opiniones que pueden “chocar” y volverse mas o menos violentos, la presencia de los contingentes policíacos y militares tendría que ser imprescindible; pero la presencia de ellos en estos momentos tan convulsos del devenir histórico huehueteco, puede se considerado además, como un factor de provocación o desafío, por los recientes enfrentamientos que se han mantenido a raíz de la petición de renuncia de todos los ediles.
Y las dudas siguen y se mantienen: ¿Qué va a pasar con educandos, maestros y trabajadores públicos y privados que laboran en horas de la tarde?
Pero insisto: Quienes han organizado esta sesión a cabildo abierto del concejo municipal, por su experiencia e indudable visión panorámica de las aristas del asunto, habrán tomado las previsiones que el caso supone para evitar enfrentamientos y un nuevo motivo de tristeza y angustia.
¡Ojalá todo salga de maravilla para bienestar de la población!