DESPEDIDOS

Cuarenta personas contratadas por la administración municipal de Danilo Angel han sido despedidas en la Municipalidad de Huehuetenango por cosas totalmente claras y puntuales: a) Es personal contratado para pagar facturas de índole política; b) Nunca ha quedado claro si desempeñaron alguna función positiva dentro del quehacer municipal; c) Los salarios que algunos de ellos devengaron, de por sí, representaron un insulto para los que tienen asignados los trabajadores presupuestados; d) La capacidad presupuestaria y financiera de la municipalidad no da para pagar estos y otros salarios aún asignados.
El período municipal que se inició el 16 de Enero de 2,008 ha sido aleccionador para los huehuetecos en general; los directamente responsables de esa “administración” incurrieron en una serie de desmanes como el que se dio cuando contrataron a mas de 130 personas por el simple hecho de haber sido “activistas” de una campaña electoral que se distinguió por el derroche de dinero.
No encontraron mejor manera de seguirles “pagando” su adhesión, sino contratándolos para convertirse en “empleados” municipales sin tomar en consideración si estaban calificados para desempeñar alguna labor, cualquiera que fuere; si eran necesarios o simplemente llegaban a engrosar las filas de desocupados a los que el municipio mantiene; si había presupuesto para pagarles o si por el contrario, su contratación, desequilibraría dicho presupuesto, inflándolo y por fin, haciéndolo estallar. En la mayoría de casos ingresaron a determinados departamentos para duplicar funciones hasta el punto que ni los unos ni los otros, terminaron por hacer nada.
De los contratados quedan mas de ochenta a quienes, según afirman los responsables del municipio, despedirán a un mes plazo; todos ellos tienen el pecado original de haber sido contratados para pagar favores políticos pero, indudablemente habrán unos pocos (para contarlos sobran los dedos de una mano) que sí desempeñan alguna función útil para la municipalidad; si esto es exactamente así, tendrían que marcharse con todos los demás y si se consideran útiles sus servicios, deberían ser contratados de nuevo. Lo importante es que se tomen medidas atinadas y parejas, no exentas de justicia laboral y de sanidad financiera, para la Municipalidad.
Desde la distancia no se entiende como no se despidieron a todos de una sola vez; como que se advierte un tanto de masoquismo de parte de los responsables, que serán insultados (como ya ocurrió esta vez), cada ocasión que se despida a los contratados de manera irresponsable por los funcionarios defenestrados que pretendieron hacer “chinche” de la municipalidad de Huehuetenango.