ANTIGUO HOSPITAL

Para abordar este tema con la máxima precisión posible debiéramos contar con la información sobre la pertenencia de este vetusto edificio que sirvió muchos años como Hospital Nacional de Huehuetenango al que, justamente, se le agregó en sus últimos años de productivo servicio, el apelativo de “Dr. Jorge Vides Molina”.
Desmenucemos este pequeño párrafo de la manera siguiente: a) La Municipalidad de Huehuetenango fungía como propietaria “de hecho” de una finca que se encuentra ubicada en la zona 3 de la ciudad, justamente en donde se construyó la escuela de “El Calvario”; tuve oportunidad, por asuntos propios de mi profesión, de averiguar a quien pertenecía realmente la finca y descubrí que no era de la Municipalidad sino del Estado; igual cosa podría ocurrir con los documentos que avalan la propiedad del edificio del antiguo hospital; a lo mejor no es de la Municipalidad de Huehuetenango sino sigue perteneciendo al Estado, tomando en consideración que los últimos documentos que tuve la oportunidad de ver, hacían constar que pertenecía al Ministerio de Salud Pública; trataremos de investigar al respecto. b) En un acto justo como el que mas, el Hospital de Huehuetenango recibió en su momento, el nombre del Dr. Jorge Vides Molina; ningún médico lo merecía tanto como él, no obstante que sus colegas coetáneos, fueron virtuosos profesionales de la medicina; pero el Dr. Vides, que fue Director del Hospital mucho tiempo, que realizó un trabajo humanitario muy noble y digno que no dejó fuera el desarrollo y el progreso para la institución; el Dr. Vides marcó una huella imborrable por su calidad profesional, su bondadosa actitud hacia los mas necesitados y su don de gentes, entre otras muchas virtudes.
Pero aparte de estas, que simplemente podrían ser disquisiciones dentro del tema principal, debemos decir categóricamente que este edificio antañón, se viene desplomando desde hace rato; las paredes exteriores muestran signos evidentes del abandono al que lo han condenado; en el interior, esas mismas paredes y el techo, denotan el peligro evidente que corren quienes ahí trabajan o estudian.
Solo en pocos ambientes se nota, principalmente en donde se encuentra la farmacia y las clínicas, que hubo quienes se preocuparon porque se remozaran paredes, techo, puertas y se agregaran algunos tabiques. Lo demás se parece mucho a un enfermo en su etapa terminal.
Con las intensas lluvias de esta temporada quien sabe como le vaya; pero ese descuido infame que dará al traste con parte de la historia del Departamento habrá que adjudicárselo a ciertos funcionarios que lo único que han hecho, es constituirse en verdaderos estorbos para que las buenas intenciones de algunos personajes, cayeran en saco roto. A todos, la historia los juzgará y los colocará en el lugar que merecen.