¿RESULTADOS?

Hace cinco semanas, dentro de las distintas columnas que forman parte del semanario “Aquí Huehuetenango”, incluimos la información sobre la matanza ocurrida en las proximidades del municipio de Huehuetenango, en donde perdieron la vida siete personas dentro del mismo suceso.
Los datos que nosotros publicamos al respecto, fueron extraídos de los boletines de prensa que la PNC suele dar a conocer diariamente para que la población esté informada del trabajo que ellos realizan.
De esa cuenta supimos que cuatro cadáveres habían aparecido, porque ahí fueron “tirados” supuestamente por los ocupantes de un vehículo, a muy pocos metros del cruce de la carretera asfaltada que de la aldea Piedras Negras del municipio de Malacatancito conduce a la aldea Chinacá del municipio de Huehuetenango y la carretera de terracería que nos lleva a la aldea de Cancabal del municipio de Malacatancito; los cuerpos de las personas muertas a balazos calibre 9mm. fueron dejados en este lugar alrededor de las cinco de la tarde, aún a plena luz del día y a la vista de todo el mundo; el citado lugar se ve con claridad casi desde el momento en que uno se adentra en la carretera de tierra que no solo va a Cancabal sino también a Xetenam que es aldea del municipio de Huehuetenango; quien quiera que pasara por ahí a esa hora, podía ver el macabro espectáculo.
Desde esa perspectiva es fácil entender que quienes quieran que hallan sido que botaron los cuerpos en el lugar, no querían esconderlos sino todo lo contrario; si los hubiesen querido ocultar aunque fuese por unas horas, habrían cubierto los cuerpos con una lona en el vehículo en el cual los transportaban, hubiesen esperado que oscureciera y los lanzan al cauce del río o a una hondonada que cubriría la fechoría quizá hasta el día siguiente.
Pero aún después de dejarlos ahí me pregunto: ¿Por qué los muchachos sindicados por la PNC de ocasionar esas muertes, se fueron sobre la carretera de terracería que los llevó a una muerte seguramente preparada con antelación? ¿Por qué si ellos tenían alguna culpabilidad no retrocedieron el vehículo, retornaron a la carretera asfaltada de la cual los separaban unos metros, que pudieron recorrer en un par de minutos, y luego dirigirse a Buenos Aires, Chiantla; al Departamento de El Quiché; a La Mesilla de La Democracia, frontera con México; a Quetzaltenango o seguir para la capital o cualquiera de los departamentos de esa ruta? Estos destinos los tenían a la mano con solo regresar a la cinta asfáltica de la cual, supuestamente procedían.
¿Qué o quienes lograron que estos muchachos se fueran por el camino que los llevó directamente a un a muerte horrible? ¿Quiénes y por qué prepararon la trampa? ¿Quiénes son los autores intelectuales? ¿Quiénes son los verdaderos dirigentes materiales de este triple asesinato? Y peor aún ¿Quiénes y por qué mataron a estas siete personas?
Es fácil enterarse de los antecedentes de algunos de los muertos sobre todo de quienes fueron policías, pero la misma institución en su reporte afirma categóricamente que los tres jóvenes linchados, no tenían antecedentes policíacos ni penales; nosotros tampoco vamos a juzgar su vida y sus actos anteriores pero sí podemos exigir una investigación exhaustiva, tal como lo pedimos desde el momento de este execrable crimen, sobre todos los detalles de este feo asunto que colocó una mancha imborrable en la historia de Huehuetenango.
Porque, perdonen, pero en muchos casos, sobre todo en este, me declaro escéptico en cuanto a la información oficial publicada; se espera que algo haga al respecto la institución que, conforme a la ley, tiene la obligación de efectuar la investigación profesional completa para evitar la desafortunada impunidad que nos corroe.