IRREGULARIDADES

En los primeros días del presente mes de Julio, la ciudad de Huehuetenango, luego de que se había producido un respiro de alivio porque se veía el trabajo de limpieza total y extracción de basura de casi todo el territorio de la cabecera, se notó que, así de pronto, desaparecían de nuevo los camiones recolectores así como el personal del tren de aseo municipal.
La molestia del vecindario se hizo sentir de manera inmediata porque de nuevo principiaron a observarse cientos de bolsas de basura lanzadas a cualquier parte, pero principalmente a aquellos lugares en donde, durante las últimas semanas, la gente, alguna, no toda, se había acostumbrado a “tirar” sus desperdicios domésticos...La ciudad volvía a presentar su peor cara; la basura volvía de nuevo con su hediondez y su carga de contaminación y enfermedad.
Pero ¿Qué había pasado? Pues a lo mejor no lo va Ud. a creer pero resulta que los trabajadores del famoso tren de aseo municipal se negaron a seguir laborando en esos primeros días del mes de Julio, mientras la Tesorería Municipal no les pagara su salario correspondiente al mes de Junio...
Nuestros muy respetables paisanos, a sabiendas de que la Municipalidad tiene problemas financieros originados por esa terrible debacle económica en la que nos dejó hundidos el alcalde defenestrado y concejales que lo acompañan, no podían esperar unos pocos días mientras el Tesorero y quienes lo apoyan, buscaban y encontraban los fondos necesarios para cubrir dichos salarios, continuando con su trabajo de manera normal. ¡No! No quisieron, pararon sus labores y punto; y seguramente han de haber exclamado ¡O nos pagan o no trabajamos!
Estamos convencidos que fue una decisión apoyada y dirigida por alguien mas y por supuesto, una determinación equivocada.
La Municipalidad es una institución permanente; los pasajeros son munícipes electos, funcionarios y trabajadores nombrados; ellos sí son aves de paso, unos de muy breve estancia y los otros, de mayor andadura, pero aves de paso al fin. La Municipalidad, como institución, adquiere compromisos serios que jamás va a dejar de honrar y entre los prioritarios están los sueldos y salarios de los trabajadores. Que, como ahora, pueda tardarse pocos días para pagarlos, es muy comprensible, pero va a pagarlos lo mas pronto que pueda, principalmente porque en la Tesorería existen funcionarios que saben cumplir con su función.
Ahora bien, los trabajadores que dejaron de laborar porque se tardaron un poco en recibir su salario del mes anterior, han incurrido en algo que se llama “incumplimiento de deberes” que puede ser drásticamente sancionado; ellos y quienes los asesoran merecen un voto de desconfianza porque han olvidado que su primera obligación reside en servir a los vecinos del municipio que son los que les pagan su salario, porque ningún alcalde, síndico o concejal en ningún tiempo, ha sacado de su bolsillo el dinero para pagarles sus emolumentos. Ellos se deben al pueblo que es soberano y es su patrono; el vecindario les paga su sueldo con sus impuestos, arbitrios, tasas y demás; esto no lo deben olvidar nunca.
Mal han hecho y han sentado un precedente que debe corregirse con toda la contundencia que permitan las leyes laborales del País; se debe ser drástico para corregir lo que salta a la vista que es una anarquía, desorden, incumplimiento de deberes, desobediencia, irregularidad en la prestación de servicios municipales por culpa de unos pocos que debieran ser inmediatamente despedidos.
Si la Municipalidad debe endeudarse por pago de prestaciones a empleados nocivos y corruptos que deben ser despedidos, ¡Adelante!; el pueblo al ser debidamente informado los apoyará. No deben alcahuetear manzanas podridas porque terminarán por contagiar al canasto completo.
Huehuetenango necesita excelentes servidores municipales y ¡Los hay! Quédense solo con ellos...Los demás, sobran.