¡FRAGMENTADOS!

Padres de familia en su mayoría y pueblo en general veían con muy malos ojos el anunciado movimiento del Sindicato de Trabajadores de la Educación y la Asamblea Nacional, que paralizaría las actividades docentes extendiendo las vacaciones que ya casi habrían cumplido cuatro meses. Maestros, padres de familia y pueblo no podían entender como personas pagadas por el MINEDUC podrían, a la par del gobierno, pedir que se le impusieran nuevas cargas tributarias al mismo pueblo del cual ellos forman parte y que por ello sacrificaran la educación de los estudiantes.
El eco no fue lo suficientemente poderoso y la mayoría de los establecimientos públicos están trabajando desde el mes de Enero gracias a la formación de los verdaderos maestros y la presencia de sus educandos, apoyados pos sus papás. Se ha establecido que el 95% de los establecimientos educativos trabajan con normalidad.
Pero claro que aquí en Huehuetenango se produce lo que se ha dado en llamar una asamblea permanente a la cual se han hecho presentes trabajadores pagados por el MINEDUC que no asisten a sus establecimientos y que, solicitan, disfrazado de mil maneras, que el Congreso apoye la dichosa Reforma Fiscal que pide el Gobierno de turno; y por supuesto que tienen derecho de pensar y actuar como mejor les plazca; a lo que no tienen derecho es a vedar la legítima facultad constitucional que tienen los educandos a recibir, como corresponde, la educación que merecen y necesitan.
El otro grupo, el mayoritario, el de los maestros, están luchando a brazo partido con padres de familia y estudiantes (como una sola unidad), algunos iniciando el proceso docente y otros, muchos, pretendiendo resolver los incontables problemas de edificios, ambientes pedagógicos, docentes, personal administrativos y de servicio, agua para todo, principalmente para servicios sanitarios, energía eléctrica, teléfono, internet, refacción, útiles escolares, en fin, carencias absolutas y totales que el actual gobierno no ha podido (ni podrá) resolver y que minan el entusiasmo, el trabajo y el apoyo de las comunidades educativas al actual proceso. Porque prometieron mucho y no han podido cumplir con nada. Distorsionaron la realidad por medio de anuncios “comerciales” que les cuestan millones de quetzales, pero lo que vemos y experimentamos es solo angustia, tristeza y decepción, porque esa realidad les ha estallado en medio de la cara. ¡No pueden con ella! Y lo único que se les ocurrió fue lanzar a las calles a los pro-gobiernistas en un desafinado concierto que ni siquiera sirvió de distractor, mucho menos para establecer una buena “cortina de humo”.
Lo que vemos, se parece mucho a lo que aconteció en la década de los 80s. cuando en el gobierno de Cerezo y el Ministerio de Educación a cargo de Eduardo Meyer Maldonado (el mismo que “desapareció” del Congreso mas de 80 millones de quetzales), por el apoyo que ellos consiguieron de parte de seudo-líderes magisteriales que se vendieron, el magisterio sufrió una de las mas grandes escisiones de su historia. Casi por las mismas razones, la división, la fragmentación de la época presente salta a la vista y la credibilidad de los supuestos líderes, se ha roto en mil pedazos, ha caído hecha trizas. Y esa ruptura, inevitable por la etiqueta de gobiernistas que se han ganado a pulso, es imposible reparar... aunque utilicen “pegamento del diablo”.