sábado, 30 de enero de 2010

CORPORACIÓN MONT CEL

En medio de tanta corrupción, asaltos, robos, delitos y crímenes cometidos diariamente en este Departamento, siempre es muy saludable encontrarnos con algo positivo que tengamos que consignar, para salir un tanto del continuo negativismo que nos agobia.
En el curso de la presente semana acudimos a los actos de inauguración de un nuevo y hermoso edificio que contribuye y en mucho, al mejoramiento del Ornato de la ciudad de Huehuetenango. Pero...Hagamos un poco de historia:
¿Tiene usted la edad necesaria para recordar lo que fue en un tiempo la famosa “Casa de Posadas”?
Antaño era una especie de pensión o “parada” de los viajantes que llegaban a la ciudad de Huehuetenango procedentes de México, de otros departamentos de la República o de municipios de Huehuetenango, que venían a realizar sus diligencias aquí o que simplemente tocaban el lugar de pasada para dirigirse a su destino.
“La Casa de Posadas” tenía suficiente espacio para alojar a las personas que solicitaban hospedaje, pero también tenía lugar para que los caballos abrevaran, colocar las aparejos y sillas de montar e incluso cabía una que otra carreta.
Diríamos que era una estancia acogedora e íntima en la que los propietarios trataban a los parroquianos como en familia.
Años después, llegaron los circos de la época y la “Casa de Posadas” era tan espaciosa que no solo proporcionaba hospedaje a los integrantes de las compañías circenses, sino que también ahí, se erigían las carpas para las funciones a las que acudía “medio” Huehuetenango.
Pero el tiempo pasó y aquello que en principio fue un negocio floreciente, fue absorbido por las corrientes modernas. Desapareció y en aquellos espacios tuvieron cabida viviendas, cantinas, peleterías, tiendas y algunas cosas mas.
Luego, cuando se instituyó la nueva nomenclatura, la antigua “Casa de Posadas” quedó formalmente ubicada en las esquina de la 6ª calle y 6ª avenida siempre en la zona 1 de la ciudad y sus propietarios, los descendientes de la familia Ríos, se unificaron para vender, al mejor postor, tan importante inmueble.
Las negociaciones concluyeron de manera equitativa para todos y ahí, en ese lugar histórico de Huehuetenango, se erige el nuevo edificio de Corporación Mont Cel, S.A. que ha sido inaugurado esta semana.
Es un hermoso edificio de cinco niveles en cuya planta baja, continuará la venta de aparatos telefónicos móviles, tarjetas y accesorios que es a lo que se ha dedicado, durante diez años, esta corporación.
Su fundador el P.C. Otto David Mont Hernández, nacido en la aldea de Gracias a Dios del municipio de Nentón pero que se educó en la Cabecera Departamental, trabajador incansable, convertido en próspero empresario, al expresar su mensaje a los invitados al acto, no pudo terminarlo porque se le “quebró” la voz al mencionar a su padre, ahí presente entre funcionarios de COMCEL, empresa a la cual MONT CEL, representa en Huehuetenango y otros muchos invitados al acto histórico.
¡Felicitaciones a Otto, a su familia y a sus colaboradores! Les deseamos larga y exitosa vida empresarial.

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