UN POCO MAS DE BASURA

¿Cómo funciona el tristemente célebre “tren de aseo municipal”? Actualmente es un híbrido intratable e imposible de digerir.
Una entidad supuestamente comercial en el aspecto de los transportes, fue la que ganó una “licitación” para hacerse cargo de 440 viajes de desechos sólidos, recogiéndolos de las calles, avenidas y lugares establecidos de la ciudad para llevarlos al caserío “Tres Cruces” de la aldea de Cancábal del municipio de Malacatancito en donde se instaló el relleno sanitario con el apoyo del Gobierno Central.
El contrato establece que los camiones de los Transportes Saúl, recibirán un pago de Q.800.00 por cada viaje que realicen a ese lugar que está como a veinte kilómetros de distancia, mas o menos. No dice el tiempo en el cual deberá cubrir los 440 viajes, ni cuantos viajes hará cada camión. Tampoco detalla otras condiciones contractuales por lo que el personal que viaja en cada camión es pagado, casi en su totalidad, con fondos municipales.
Lo que sí se establece con claridad es que la empresa de transportes recibirá, al final de los 440 viajes que tampoco se sabe quien y cómo los controlarán, TRES CIENTOS CINCUENTA Y DOS MIL QUETZALES. Algún propietario de camiones honesto sabrá si es buen o mal negocio.
La finca en la cual se encuentra ubicado el relleno sanitario es de propiedad privada o comunal (tampoco se sabe con exactitud) y se firmó un contrato en el cual ellos, quienes viven en los alrededores, han sido muy beneficiados con construcción de edificios escolares, salones de usos múltiples, introducción de energía eléctrica y agua potable y arreglo y mantenimiento de las vías de acceso. Compromisos institucionales adquiridos por los gobiernos central y municipal.
Se dejó lo que nosotros llamaríamos un “contrato abierto” en el cual, los señores “propietarios” de dicho terreno y ahora “dueños” del relleno sanitario, proceden a cerrar las instalaciones cada vez que una mosca le molesta en la punta de la nariz a algunos de los líderes provocando con ello la desesperación de los habitantes de una ciudad que, con cada “berrinche” tienen que morderse los labios por la ira contenida que provoca que esta ciudad se llene de inmundicia, principalmente por la inexperiencia y falta de sabiduría de quienes firmaron los documentos.
Que si quiere entrar Danilo, se cierra el relleno y basura en las calles; que si no se está trabajando con celeridad en las obras ofrecidas, se cierra el relleno; que hay peligro para los que detentan la corporación, se cierra el relleno; que si no les pagan puntualmente a los empleados municipales, se cierra el relleno; que si los líderes de Tres Cruces amanecieron de mal humor, se cierra el relleno...!Válgame Dios!
No pueden siquiera pensar que la única forma de evitarle al pueblo de Huehuetenango semejante vergüenza, es privatizar absolutamente todo lo relacionado con la basura. Pero por la voracidad y la ambición de unos pocos principió el problema que nos está llevando, en una pendiente peligrosa al fondo del abismo, e iguales sentimientos impiden su solución.
Da pena y vergüenza escribirlo, pero “gracias” a quienes fueron electos para la corporación municipal en 2,007, Huehuetenango es ahora, la ciudad mas inmunda del País.