MOTORISTAS ACOSADOS

Desde la época en que elevaron como Ministro de Gobernación al Señor Salvador Gándara que tuvo la “genial” idea de suscribir Acuerdos Ministeriales por medio de los cuales castiga a todos los motoristas del País con decisiones interesadas económicamente hablando, violatorias a los derechos de los ciudadanos en cuanto a su economía familiar y conculcando ciertas libertades para conducir con seguridad, los conductores de este tipo de vehículos nos hemos sentido permanentemente amenazados y acosados por la delincuencia y por la Policía que se lame los labios extendiendo remisiones a granel.
El ministro que emitió estas disposiciones es el mismo que nombró una cúpula policial corrupta que se encuentra en la cárcel después de que les descubrieron actos de corrupción cuya réditos mayores han de haber ido a parar al bolsillo de sus mandamases; el mismo que contrató un testigo falso en el caso de la muerte violenta del Lic. Rosenberg y otras lindezas del mismo tipo.
Ante esto y la molestia manifestada por los medios de comunicación ante aquellos acuerdos ministeriales, no nos explicamos como el gobierno central no revoca esas disposiciones que no han servido para nada.
Por si eso no fuera suficiente, debemos dejar constancia que por lo menos aquí en Huehuetenango, se roban, ante la ciencia y paciencia de las fuerzas de seguridad, un promedio de siete motocicletas semanalmente.
Ahora, gracias a las denuncias puestas por algunos ciudadanos, recuperaron 29 de estos vehículos que, junto a un pick up así mismo robado, se encontraron en un taller “de pantalla” de la zona 2 que fue allanado por medio de una orden judicial. Solo capturaron al propietario. ¿Y el resto de la banda?
La PMRT aquí en Huehuetenango (policía municipal de remisiones de tránsito) sigue haciendo de las suyas; a pesar de la promesas de su director nada ha cambiado; tal parece que su fin último y prioridad única es “engordar” la precaria caja de las arcas municipales tan en la ruina que, dicen las malas lenguas, ha fijado metas a cada agente policial para llenar ese cometido.
No queremos decir con esto que estemos en contra de una PMT con objetivos precisos y claros que nos ayude a brindarle mayor fluidez al tránsito caótico de la ciudad y que también colabore estrechamente con conductores en problemas; pero ahora mas parece que los mandaron a las calles para enfrentar al pueblo y no para ayudar olvidando que esto es peligroso y delicado.