MERECEN APOYO

En el mismo orden de ideas, en Huehuetenango existen establecimientos educativos que están trabajando normalmente porque sus directores, por la experiencia adquirida a través de los años y en consenso con su personal, se negaron a inscribir mas alumnos de los que podían atender, tomando en cuenta espacio, pupitres, personal docente, administrativo y de servicio y demás insumos que se necesitan para que el proceso educativo sea sano y positivo. Ellos sabían que los supuestos apoyos prometidos en la “jerga político-gubernamental” para que inscribieran sin límites, no se podían dar. Y estaban en lo correcto. Lo estamos palpando.
Los establecimientos que ahora tienen problemas porque sus directores abrieron las puertas de par en par y permitieron que la inscripción se duplicara en algunos casos, no saben que hacer para atender a tantísima gente que, obviamente, tiene los mismos derechos y debe recibir las mismas oportunidades de los demás. Ellos creyeron en los “cantos de sirena” y son ellos los que carecen de todo, hasta de lo mas sencillo.
Sabemos del resultado de las comunicaciones telefónicas que directores y padres de familia han establecido con el Vice-Ministro responsable de la dotación completa para los establecimiento del País y es un tremendo fiasco porque el funcionario ni promete ni se compromete a nada. ¿Entonces?
¿En donde está la visión educativa gubernamental? ¿En donde ha quedado la supuesta planificación para que la “gratuidad” caminara como sobre rieles? ¿En donde quedan las promesas de un mañana mejor para los guatemaltecos en edad escolar? No cuentan con nada, solo con el “apoyo” de gobiernistas pagados que, por sus “buenos oficios”, están a la espera de una candidatura o de un nombramiento importante (Gobernador talvez?) que a lo mejor los encumbra a una mejor vida gracias al erario público, además de lo que ya recibieron adicional a sus emolumentos por no trabajar.
Pero de este desastre se puede rescatar algo positivo: El trabajo que verdaderos maestros, apoyados por padres de familia y alumnos están realizando para ver como le sacan las castañas del fuego a quienes, por un ilegítimo e irresponsable interés político para eternizarse en el poder, ofrecieron lo que nunca podrían cumplir. Pero luchan, que conste, no por estos, sino porque nuestros educandos lo merecen todo.
Precisamente por eso los verdaderos maestros que están trabajando en el proceso docente y quienes luchan con lo que pueden a la par de padres de familia y alumnos para iniciarlo a pesar de los grandes obstáculos que las promesas gubernamentales les erigieron, merecen nuestro decidido apoyo y nuestra admiración.
El proceso educativo de niños, adolescentes y jóvenes guatemaltecos debe merecernos respeto y seriedad; no debiera ser manipulado por politiqueros mañosos e irresponsables que solo buscan intereses inconfesables y espurios.