CELEBRACIONES

Las dos semanas que ahora terminan han sido propicias para celebraciones tradicionales en Guatemala; la primera de ellas, el 17 de junio, se ha rendido homenaje a los Padres de Familia con actividades generalmente preparadas en los distintos establecimientos educativos; una que otra partió de la iniciativa de alguna institución que no tiene nada que ver con el Ministerio de Educación.
La segunda y con una connotación de mayor reconocimiento talvez, se ha dado este sábado 25, en celebración del Día del Maestro.
También los establecimientos educativos en un altísimo porcentaje, realizan actividades para que esta fecha no pase desapercibida en el calendario que rige nuestro tiempo.
Lo simpático es que tanto una como otra fecha generalmente son celebradas con actividades de todo tipo que los mismos maestros, obviamente con la colaboración de sus educandos, preparan.
Ninguna de estas fechas ha logrado desplazar, y me parece que ninguna persona en su sano juicio lo pretendería, la celebración monumental del “Día de la Madre”.
Sin embargo en los tres sectores, padres de familia, maestros y madres, no se puede generalizar afirmando por ejemplo, que todos son buenos o que todos merecen estar en un pedestal; tanto en un nivel como en los otros, los hay muy buenos, pero también los hay muy malos como quienes han sido señalados de irresponsables, corruptos y desnaturalizados. Porque “de todo hay en la Viña del Señor”. Sin embargo las celebraciones no perderán su euforia y alegría.
De Madres y Padres ya se ha dicho mucho, principalmente en lo que a ellas respecta, alabando hasta mas no poder, su extraordinaria naturaleza de sacrificio y amor por sus hijos; también se reconoce el comportamiento ejemplar de muchos padres de familia.
De los maestros, convertidos en simples trabajadores del MINEDUC a fuerza de las continuas peroratas de sindicalistas y seudo-lideres de la izquierda trasnochada, debemos afirmar categóricamente que aún quedan en sus filas verdaderos apóstoles que siguen sacrificándose por sus educandos, sin importar mas que su lucha por formarlos conforme a principios y valores de trascendencia universal.
Es claro que tienen el contrapeso de las actitudes negativas de quienes, aprovechándose de la oportunidad que su mismo trabajo les brinda, han violado y abusado sexualmente de chiquillos que, bajo amenazas a cuales mas diversas, no tuvieron mas que someterse a las aberraciones de estos ingratos que, en mala hora, adquirieron un título que no merecen. Este año, las denuncias que por fin se presentaron ante el MP han tomado forma y los procesos en contra de estos infames deberán dilucidarse conforme a la ley. Y no hablemos de cosas menores como el sometimiento a consignas pro-gubernamentales que los ponen en ridículo ante la población en general y desvaloriza la labor magisterial.
Pero por los buenos y los magníficos Padres de Familia y los verdaderos Maestros, ¡Salud! y que Dios los Guarde.