LEX, DURA LEX

El título es una sentencia latina que significa “La Ley es dura, pero es la Ley” y la sacamos a colación en vista de algunos acontecimientos que han ocurrido en Huehuetenango durante los últimos días.
El clamor por el agua por parte de los vecinos de varias zonas de la ciudad es inocultable y por demás razonable, porque las tuberías de conducción del agua potable han estado huérfanas del líquido vital.
Es el tiempo en que los nacimientos que surten a la población que son tres: El Manzano, Los Regadillos y Cinco Arroyos, principian a disminuir su aforo y por lo consiguiente el agua, si bien no desaparece, sí escasea. Por lo tanto, es hora de que todos apliquemos la economía en su uso, hasta donde humanamente sea posible.
Pero si a ello le agregamos que ciertas personas que viven en las cercanías del último nacimiento nombrado, “Cinco Arroyos”, están siendo groseramente manipuladas por incitadores profesionales y perversos que pretenden guiarlos para que tomen caminos ilegales que son los del sabotaje y terrorismo, porque han estado destruyendo tuberías de conducción del agua para evitar que esta llegue a la población huehueteca. No conformes con ello, en las distintas visitas, muy valientes dicho sea de paso, que les ha hecho el Alcalde Municipal de Huehuetenango don Augusto Gómez Sosa, le han planteado exigencias millonarias en infraestructura y dinero en efectivo, para cambiar de posición. Esto convierte el asunto en una burda extorsión y en un chantaje sin nombre. O sea los señores de la comunidad cuyo nombre no mencionamos para no mancharla, prefirieron tomar el camino marcado por los incitadores (que seguramente quisieran “sacar raja”), en vez del diálogo y la concertación.
Históricamente los tres nacimientos mencionados fueron adquiridos legalmente por la Municipalidad de Huehuetenango que además, en su momento, adquirió, de alguna manera, los derechos de paso de las tuberías. Seguramente la documentación permanece en los archivos de la institución, los que podrían exhibirse en los tribunales de justicia, si es el caso.
Por otro lado, a los incitadores profesionales que han conducido a estos vecinos por el camino tortuoso e ilegal, se les olvidó que en casos como el que planteamos en esta columna de opinión, tenemos que traer a cuento el artículo No. 40 de la Constitución Política de la República de Guatemala que en su parte conducente dice: “EXPROPIACIÓN. En casos concretos, la propiedad privada podrá ser expropiada por razones de utilidad colectiva, beneficio social o interés público debidamente comprobadas” (La negrilla es personal).
Pregunto: ¿Qué mas utilidad colectiva, beneficio social o interés público que un caudal de agua que aplaca la sed y ayuda a solventar necesidades de higiene personal y colectiva de una población de mas de 125,000 habitantes? ¿No será que los señores, a punto de convertirse en “elementos encarcelables”, están cometiendo el peor error de su vida incitados por la perversidad de gente mañosa e interesada solo en dañar?
¡Ojalá que lo piensen mejor y vuelvan al diálogo! ¡Dios Es Grande! Y el agua, siempre que haya paz y justicia, alcanzará para todos.