domingo, 12 de febrero de 2012

SECUESTRO

La semana que está terminando fue prolífica en informaciones de todo tipo; pero seguramente entre todo lo que supimos, la noticia que cayó como una verdadera bomba, fue el secuestro de la niña María Paula Hernández Miranda de apenas cuatro años de edad.
Las redes sociales se inundaron con una serie de afiches que se publicaron con la fotografía de la chiquitina y con una escueta información sobre la vestimenta que este angelito de Dios llevaba en el momento de este execrable ilícito; nosotros copiamos, al final de este semanario, la muestra de uno de esos afiches para que quede como prueba de un momento aciago y despreciable de la historia de Huehuetenango.
Según se sabe la niña era llevada de la mano de su señora madre por la zona 7 de esta ciudad, cuando de una camioneta verde 4X4 descendieron dos sujetos, golpearon en el brazo a la mamá para que soltara a la víctima inocente; así ocurrió, la levantaron en vilo, la introdujeron al vehículo y se la llevaron. La camioneta, según se sabe, aparecería abandonada horas después en una de las carreteras cercanas.
La familia esperó durante horas la comunicación de los supuestos secuestradores pero entiendo que pasó el tiempo y ese contacto no se produciría. Mientras tanto, este servidor (y me imagino que otros comunicadores sociales harían lo mismo), aprovechando el acceso que tenemos casi todos los días a los medios radiales y televisivos, me dirigí a las diferentes audiencias para solicitar su colaboración específicamente en dos sentidos: No. 1: Que todos los huehuetecos nos colocáramos de hinojos ante la presencia de Nuestro Dios, para pedir, reverentemente, su ayuda a efecto de que la niña apareciese pronto, sana y salva. No. 2: Solicitamos también el apoyo de las audiencias en el sentido de que se sirvieran comunicar, directamente a la familia, cualquier información que pudiera servir para su localización.
Yo no se si en algo pudimos ayudar, pero independientemente de cómo se hayan dado las cosas, de cual haya sido el móvil de la comisión de este grave delito, detalles que le corresponderá investigar a la PNC y al Ministerio Público que, dicho sea de paso, es aquí donde deben demostrar su eficiencia; independientemente de todo lo que haya rodeado este desafortunado hecho en el cual escogieron como víctima a un angelito de cuatro años (y eso no tiene nombre), esta mañana de domingo, muy temprano, he recibido en mi teléfono móvil, la noticia de que, por la Bendita Gracia de Dios, Paulis, ha sido devuelta al seno de su hogar.
Ha terminado la pesadilla para la familia Hernández Miranda por lo que damos infinitas gracias Al Señor y solo deseamos, desde lo más profundo de nuestro ser, que no queden secuelas demasiado graves por haberse visto involucrados, todos, en un caso de características tan graves, pero a la vez tan repugnantes. El solo hecho de escoger a una niña tan pequeña para conseguir propósitos inconfesables ya coloca a esta gente en la cumbre de los indeseables y de la maldad humana en su mas desastrosa y repudiable expresión.
¡Que Nuestro Dios Eterno salve a los huehuetecos y a los guatemaltecos en general, de caer en manos de esta plaga maldita!

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