CONTEXTO EDUCATIVO
Desde la Pre-Primaria hasta la Universidad y a estas alturas del partido, todavía hay educandos que no reciben clases por falta de maestros, porque no tenemos condiciones aceptables en los centros educativos, porque no se ponen de acuerdo en lo tocante a los famosos “bautizos”, en fin, por esto y por aquello, lo cierto es que el proceso educativo, ya cercenado por la primera “huelga” magisterial, no se inicia en algunos lugares.
Tal pareciera que a nadie le importa que los niveles
educativos en Guatemala se hayan convertido poco menos que en una vergüenza
nacional. La calidad educativa es el primer renglón reprobado y comprobado
hasta en los títulos post-grado que algunos personajes han adquirido de manera
anómala.
Desafortunadamente existen agravantes por todas partes,
desde empleados del MINEDUC que consiguieron un puesto de docente pero que
jamás se han presentado a su supuesto lugar de trabajo de donde, obviamente, no
pasa un mes sin que cobren el cheque que les extienden por no hacer nada, hasta
aquellos que sí llegan a su lugar de “labores” pero que jamás hacen nada,
excepto tapar carreteras o tomar edificios cuando sus “amos” así lo ordenan.
Ahora ha aparecido otra lacra que se debe combatir con
prontitud antes de que sea demasiado tarde: Algunos delincuentes se han dado a
la tarea de aparecer, tres o cuatro de ellos, en algunos centros educativos
rurales un poco aislados, a donde llegan exhibiendo objetos amenazantes,
solicitando “permiso” para hablar con los pequeños y paupérrimos alumnos; les
solicitan, con la labia que bien han aprendido, “ayuda económica” para
solventar cualquier problema “humanitario”; ¿Cuánto pueden llevar entre los
bolsillos estos pobres niños? ¿Cinco, diez, veinticinco, cincuenta centavos y
los más afortunados, tal vez una moneda de un quetzal? Y por condolerse y por
un sentimiento natural de solidaridad o lástima, les entregan a estos perversos
lo que sus papás les habían dado para comprar algo para la refacción. La
pregunta es ¿qué les pasará si se niegan a entregar la “colaboración”?.
Como ya ocurrió en dos o tres escuelas este año, este
acto deleznable debe ser combatido de manera frontal e inmediata en estrecha
colaboración de maestros y padres de familia. Es cierto que los niños en horas
escolares están bajo la responsabilidad de los maestros pero también es cierto
que, sobre todo las mujeres, no tienen los elementos necesarios para evitar el
ingreso de gente mala a las aulas. Por lo tanto, en sesiones urgentes, padres
de familia y maestros deben establecer un plan de acción inmediata que funcione
para evitar que los delincuentes ingresen a las escuelas y para que sean
aprehendidos y consignados ante los tribunales de justicia. Esto no puede
esperar; es cuestión de proteger a los niños que van a las escuelas y ello es
prioridad para padres y maestros; porque lo mismo puede ocurrir en viviendas si
no se le pone coto a esta nueva modalidad de delinquir.
La protección de la vida y bienes de los guatemaltecos
que constitucionalmente es deber del Estado, la debemos asumir nosotros porque
no nos queda de otra.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Envíenos sus comentarios. Los comentarios que contengan expresiones soeces o fuera de lugar serán eliminados por nuestro equipo de moderación. Rogamos incluir su nombre y correo electrónico.
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio