¿AÑO DIFÍCIL?
Indudablemente
sí. Es año electoral y por lo tanto muy complicado de sobrellevar sobre todo si
los guatemaltecos seguimos confundiendo la gimnasia con la magnesia.
¿Por qué escribimos lo anterior?
Porque no hemos podido entender que los candidatos para puestos de elección
popular son, en su mayoría, “coyotes de la misma loma” y lo único que aspiran
es el poder político (y por lo tanto el poder económico) a costa de lo que sea.
¿Es que acaso no hemos visto hasta
la saciedad los anuncios en los que todos, casi sin excepción, besan a los
niños, abrazan a las viejecitas (que son sus víctimas predilectas) y también
aprietan manos y siguen abrazando a quienes consideran que algunos votos les
conseguirán? Porque no podemos perder de vista que los de la llanura
significamos simples escaleras para que ellos suban a donde aspiran.
Pero si además de servirles para
escalar posiciones, vamos a convertirnos en fanáticos dispuestos a “mentarle la
madre” o incluso a golpear, herir o hasta matar a los seguidores de otros
candidatos, entonces estamos más perdidos que “los hijos de la llorona”.
En estos días, si Ud. se encuentra
con uno de los candidatos en cuestión, se dará cuenta de cómo ha cambiado: Es
super amable, hasta se baja del carro para abrazarlo y saludarlo; si es en una
reunión, lo halagará de mil maneras, lo “tashtuliará”, le ofrecerá de todo y
Ud. (si no tiene trabajo) quedará contratado de una vez en un puesto de
primera. Pero esa amabilidad y euforia pasará al nada más terminar las
elecciones y casi ninguno de ellos, ganen o pierdan, volverá a acordarse de Ud.
Recuerdo con mucha pena a varias personas que se quedaron sin nada por financiar
ciertas campañas (lo peor de candidatos ganadores) y jamás les devolvieron o
les dieron algo a cambio.
Si lo contratan para realizar alguna
actividad proselitista y le pagan (mejor si anticipado), trabaje con cualquiera
sobre todo si tiene necesidad de mantener a su familia; al cabo se deben
aprovechar todas las oportunidades de ganar dinero lícito, pero no se fanatice;
no se “ponga al brinco” porque otros no piensan igual que Ud. o están
trabajando para otro candidato; vea las cosas como son: Una simple competencia
en la que quien “tenga más saliva, tragará más pinol”; una competencia en la
que se juegan un puesto público al que muchos, le sacarán “raja” de verdad. Va
a ser muy difícil que Ud. encuentre en alguno de los candidatos el honorable y honrado
deseo de llegar al puesto para servir a la población; eso, como están las
cosas, es un sueño casi imposible de conseguir.
En síntesis: No vale la pena
entusiasmarse demasiado con ninguno de los propuestos; no vale la pena que Ud.
se enoje, insulte o llegue a los golpes con ninguno, menos con miembros de su
familia por defender lo indefendible en estas lides politiqueras; y tenga la
seguridad que le van a ofrecer “el oro y el moro” y ninguno le cumplirá.
Le aconsejo tener mucha calma,
tranquilidad y sosiego y si le queda tiempo, ríase de lo que dicen y ofrecen
porque este es el año de las mentiras más grandes que Ud. pueda escuchar.
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