lunes, 20 de octubre de 2008

ALTIBAJOS

La crisis económica que se ha originado en los Estados Unidos, en donde por manejos irregulares a nivel de empresas financieras principió una debacle económica que está contaminando las economías de muchos países en el Mundo, nos tiene a todos con el ¡Jesús! En la boca.
Todos los días esperamos enterarnos de un nuevo rumbo en la economía mundial; ayer los precios del petróleo estaban por las nubes, hoy están a la baja; invertir en metales preciosos (principalmente oro y plata) hace pocos días, era un excelente negocio, hoy ya no lo es; los intereses bancarios suben y bajan continuamente; el negocio de la construcción y bienes raíces en general se ha caído estrepitosamente luego de que era una de las mejores inversiones hace apenas unas semanas; el gobierno de los Estados Unidos invirtió muchos miles de millones de dólares para paliar la crisis, pero el remedio no evitará, dicen los expertos, esta enorme desaceleración que todos vivimos en carne propia; se espera eso sí, que no se llegue a una depresión que sería aún peor de la que vivieron los gringos en 1,929.
Aquí en nuestro medio las cosas pintan “color de hormiga”: Conversé con un distribuidor de productos de cierta naturaleza; eran las dos de la tarde; llevaba su camión prácticamente rebosante de producto y me dijo: “Mire, antes a esta hora, ya venía de la fábrica con la segunda carga del día; hoy casi no he vendido nada; así hemos estado durante los últimos días”; el semblante del hombre era todo un poema trágico.
Dicen que el gas propano bajará de precio y los combustibles sufrieron una reducción pero...Para realizar rápido mis labores de todos los días, utilizo una motocicleta, vehículo al que me acostumbré desde hace no se que cantidad de años. La moto tiene un “cuenta-kilómetros” que me sirve como indicativo para re-llenar el tanque de gasolina y nunca quedarme varado por su carencia. Cuando el contador me marca alrededor de los 100 kilómetros, voy a la gasolinera. Mi pensamiento esta vez fue “A menor precio mas combustible”, hasta creí que el dinero que utilizo, cuya cantidad es siempre la misma, iba a servir hasta para que rebosara el tanque. ¡Equivocación monumental! El combustible que le pusieron al tanque de la moto, por la cantidad de dinero igual a la de siempre, fue menor que cuando el precio estaba mas alto y ¡Fue muy evidente!
Conclusión: A MENOR PRECIO MENOS COMBUSTIBLE. Pregunto: ¿Será que el Ministerio de Energía y Minas tiene control sobre la justeza de lo que despachan las bombas? ¿Están bien calibradas las bombas? ¿Le despachan realmente 3.7854 litros que tiene un galón o le sirven mucho menos que eso y le cobran igual?
Aquí en Huehue. el Gobernador Departamental tiene la palabra.

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