DESILUSIÓN

Desencanto, frustración, vergüenza...Una serie de sentimientos controvertidos se agolpan en mi espíritu a raíz de un correo electrónico que me envió un excelente amigo mío que me ha puesto ante los ojos lo que escribí en los primeros meses de este des-gobierno municipal. Las grandes esperanzas que yo tenía en que las cosas, de verdad, cambiarían a partir del año anterior, se fueron diluyendo con las acciones que todos conocemos y me colocaron como el “falso profeta” de historias similares.
Pero ¿En que fundamenté mis ilusas esperanzas? 1.- La remodelación del despacho municipal; 2.- El arreglo, siempre con adoquín, de la Avenida De La Salle; 3. Los conciertos de marimba que se incrementaron. 4.- El primer informe municipal con un buen servicio de amplificación. 5.- Un lunes cívico con la participación de cientos de escolares que se dieron cita en el Estadio Los Cuchumatanes. 6.- Las promesas de limpiar el Parque Central de ratas, inmundicias, olores nauseabundos, exhibición de prostitutas, charamileros y demás. 7.- Supuesto retiro de vendedores callejeros a quienes se les construiría un local amplio para su actividad comercial; retiro también de unidades de transporte público vetusto que serían sustituidas por microbuses modernos. 8. La supuesta modernización y nuevas señales de tránsito (aunque en ellas apareciera la maldita vanidad), etc., etc.; pero talvez lo que mas me movió a dejar plasmadas mis mas caras ilusiones sobre esta administración municipal, fueron las promesas de erradicación de actividades corruptas y su cacareada modernización administrativa guiada por principios y valores cristianos con énfasis en su total y absoluta honorabilidad.
Sin embargo y a pesar de la ingenuidad con la que escribí aquellos comentarios y que los munícipes se han encargado de demostrar con sus actitudes lo equivocado que estuve y cuyas evidencias negativas han salido a plena luz todos los días, escribí, con cierta premonición, el 2 de Febrero de 2,008, textualmente lo siguiente: “Esta Corporación tendrá éxito siempre y cuando queden fuera los complejos de inferioridad, prepotencia, abuso de poder, y esgriman, como “vara edilicia”: LA HUMILDAD”.
Esta pequeña frase tiene el poder de arroparme, como tendiéndome una tabla de salvación, de manera que pueda afirmar ahora que mi error, mi equivocación y mi ingenuidad al juzgar “a priori” lo que pudo haber sido un excelente gobierno municipal, se ha venido abajo porque no cumplieron, ni siquiera, con esas “condiciones” que aparecen en negrilla en este comentario, mucho menos con la mínima preparación y experiencia para desempeñar con éxito los cargos que tienen dentro de la corporación municipal que en este momento, juzgo como la peor de la historia de Huehuetenango.
Se ha fracasado en todo; los pocos experimentos que hicieron para remozar vías urbanas, no solo han sido un rotundo fracaso sino que le ha costado al pueblo una millonada; la “reparación” del puente de Jumaj solo sirvió para terminar de arruinarlo y costó casi otro “melón”; un arco antiestético que hicieron en la entrada al campo de feria de Q.132,000.00 solo es comparable a otro que “construyeron” con un par de toneles viejos de 55 galones y varas de bambú frente a la Tesorería Municipal para esta Semana Santa...¿A cuanto ascendería el costo de esta lambisconería al catolicismo?
En estos días, como en meses anteriores, y en copia barata de las obras de arte callejeras de la Semana Mayor, la corporación con su alcalde a la cabeza, ha alfombrado, pero de basura, la ciudad de Huehuetenango.
Y para “echarle mas ganancia a la pérdida” (como suelo escribir a veces), los mismos de la corporación que quieren acapararlo todo (Como en la conformación del Grupo Expansión Empresarial, Sociedad Anónima-EESA), también se convirtieron en flamantes directivos del Xinabajul que, en este momento, ha tocado fondo con seis derrotas al hilo y su eliminación vergonzosa (6 X 2) del torneo de copa y su “exitoso” 8º. lugar en la liga. Evidencia contundente de la monumental incapacidad de quienes dirigen los destinos del municipio y su oncena futbolística “circense”.
Fresco está en mi memoria el “destape” de la debacle municipal: El abuso de autoridad en contra de la empresa de cable “Astro Satélite” y la extorsión de que fueron objeto instituciones, padres de familia y candidatas a Reina de la Feria que dio como consecuencia el peor evento de esta naturaleza que se recuerde.
¿Seguimos? Porque como decía el conductor mexicano Raúl Velasco, “aún hay más”. Creo que aquí lo dejamos por ahora. Porque mi desilusión, mi amargura y mi frustración no pueden ser mayores.
Pero ¿Habrá alguna posibilidad con el “gobierno municipal del cambio”? Talvez la respuesta, además de los vecinos huehuetecos, la tengan habitantes de los municipios de Malacatancito y Cuilco, principalmente, porque ellos también, han sido objeto del abuso y prepotencia de “esta gente”.