domingo, 26 de abril de 2009

INTOLERANCIA

Esta ha sido otra semana polémica que se viene a sumar a muchas mas que se han vivido con un ¡Jesús! en la boca y en el corazón de muchas personas aquí en Huehuetenango por la confrontación existente a consecuencia de una deficiente administración municipal.
Se anuncia por medios oficiales de la comuna que el problema de la basura ha sido resuelto y en cada calle o avenida en la que circulamos nos encontramos con decenas de bolsas de basura, algunas de ellas cerradas, pero las más, rotas por una jauría hambrienta que, tal como expresamos hace varias semanas, continúan atragantándose con el festín del siglo. Pero parte del contenido de esas bolsas rotas por las fauces caninas, se desperdigan por los cuatro puntos cardinales haciendo de la cabecera departamental de Huehuetenango la ciudad mas hedionda y sucia en miles de kilómetros a la redonda. De verdad, nunca en mi larga existencia, había visto, con el desagrado consabido, tanta basura en nuestra “tacita de plata”. La gente está furiosa y muchos angustiados por lo que se nos podría venir ahora que ha comenzado a llover.
Aparte de la molestia y la angustia, se suma a la confrontación existente, el ir y venir de camiones cargados con desechos sólidos que van, como naves carentes de brújula buscando a ciegas en donde puedan “atracar” y descargar su fétido desperdicio sin que los pobladores cercanos los puedan descubrir. Y ahí sigue la equivocación y la conducta perseverantemente errada, soberbia y perversa; los han echado ya de muchos lugares y siguen con la misma tonta estrategia y, obviamente, el resultado seguirá siendo el mismo: Ninguna comunidad en ninguna parte de Huehuetenango y sus alrededores quiere saber nada de los integrantes de la actual corporación edilicia de la cabecera departamental. ¿Es tan difícil entenderlo?
Los pésimos ejemplos que muchos pobladores hemos recibido de estos ediles han originado la polarización total que está engendrando un inusitado distanciamiento no solo entre pobladores del municipio, sin entre habitantes de distintas comunidades perjudicadas por el abuso de autoridad, soberbia y prepotencia de esta gente electa en mala hora para ocupar cargos en la municipalidad; cargos que obviamente no están capacitados para desempeñar; este convencimiento del pueblo, es el aliciente que todos tienen para solicitarles la renuncia.
Su intransigencia al haberse encerrado en el círculo vicioso de tirar basura a diestra y siniestra sin pensar siquiera en el daño que hacen a Huehuetenango; su terquedad en pretender quedarse con el “negocio” de la basura; su desprecio por la vida de los habitantes de todas las edades y clases sociales; su extraordinaria facilidad para generar repulsa y aversión en su contra, está incubando un sentimiento que se ha convertido en un conflicto social de consecuencias impredecibles.
Y como los malos ejemplos cunden, ahora hay vecinos que ya ni siquiera buscan las orillas para lanzar su basura; simplemente caminan unas cuantas cuadras para alejarse lo suficiente de su domicilio y dejan tiradas las bolsas de basura en cualquier puerta de la casa de un vecino; puede ser que busquen a propósito el domicilio de alguien que les cae mal; los partidarios del alcalde que son una minoría, lo harán en la casa de aquel que saben que lo repudia y viceversa.
Ya hubo alguien que repelió a balazos a uno de estos irrespetuosos sujetos; pero mas adelante, este abuso cuyo ejemplo viene de la corporación, puede generar una verdadera tragedia porque alguien que ya no tolera mas, baleará no el vehículo sino a las personas que, por tirar bolsas de basura en el lugar equivocado, encuentren lo que jamás imaginaron: Balazos a cambio de basura y a lo mejor...la muerte de alguien.
Ojalá que no lleguemos a ese extremo pero, insisto, ya balearon dos o tres vehículos municipales que llevaron basura a distintas comunidades; tiraron, ojalá al aire, en el momento en que alguien lanzó basura en las cercanías de una casa de la zona 1 y espero que ahí quede, pero...No nos arriesguemos porque es mucho lo que está en juego; además “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

2 comentarios:

A las 30 de abril de 2009, 19:06 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Carta abierta a los Señores(a) Miembros del Consejo y Alcalde Municipal de Huehuetenango:
Como vecino de Huehuetenango, he visto con suma preocupación los últimos acontecimientos, los cuales probablemente por intervención divina, no han causado ninguna víctima fatal. Los acontecimientos a los que me refiero no son espontáneos, sino el resultado de una serie de graves errores administrativos, que incumben al alcalde y a los miembros del consejo municipal.
Señor Ángel, usted al menos intentó llegar a la alcaldía unas cuatro veces, aunque me parece más que fueron cinco. Lo que totalizaría entre 16 a 20 años. Por la edad que usted pueda tener actualmente, esto significaría casi la mitad de su vida dedicada para ser alcalde de Huehuetenango. Su fortuna personal y su perseverancia más el voto popular hicieron que lo lograra. Pero las buenas intenciones no son suficientes para el tipo de trabajo que usted buscó, el de alcalde municipal. Se requiere en este trabajo más inteligencia y liderazgo que buenas intenciones. Asumo que usted y sus colaboradores llegaron a la municipalidad con un plan de trabajo, el cual por los eventos violentos sucedidos, por el descontento evidente entre la población y los pobres resultados de su gestión, puede considerarse un “proyecto de administración municipal fallido”.
Los sucesos del viernes 24 de abril fueron los más violentos que Huehuetenango ciudad haya vivido en su historia reciente, gracias a ustedes. Su forma de accionar al igual que la torpe intervención del ministerio de gobernación pudo llevar a tener resultados catastróficos por la cercanía de las escuelas primarias y de párvulos en la vecindad de las acciones violentas que se dieron. Pero no se crea, señor Ángel, que las fuerzas de seguridad le protegieron. Ese despliegue asimétrico, desproporcionado e histérico de fuerza que hizo el ministro de gobernación obedecen a planes más siniestros que el de protegerlo a usted y a su período administrativo. Este lunes recién pasado pudo comprobarse, usted estaba solo, señor Ángel.
En declaraciones que usted y sus colaboradores dieron a la prensa en fechas recientes, pidiendo la destitución del gobernador departamental y del comisario de la policía nacional por no darle protección a los camiones de basura, manifestaron ustedes nuevamente su tendencia fascista para solucionar situaciones. Por cierto una tendencia que contrasta con los discursos de campaña electoral que ambos hicieron. Estas autoridades fueron mucho más inteligentes que ustedes dos pues asumieron, y con certeza, las confrontaciones con la comunidad que eventualmente hubieran llevado a causar víctimas en ambos bandos. Y todo por no haber sido usted y el consejo municipal, lo suficientemente inteligentes como para prever antes de hacer un cambio de contratista para la prestación del servicio de la basura.
Actualmente, ya no son “doscientos bochincheros” los que están en contra de usted y de los miembros del consejo municipal, como dijo usted señor Ángel en declaraciones de radio. No son mareros los que están en contra. Son vecinos, hombres y mujeres, muchos de ellos les dieron su voto. Ahora ya no es solo el problema de la basura sino la secuencia de errores administrativos que han hecho. Se han recolectado miles de firmas pidiendo la destitución de ustedes, y por lo tanto la conformación de un nuevo consejo para terminar el período. Esa es la realidad. Lo que una persona cuerda, en uso de sus facultades mentales, esperaría es que renunciaran.
Tienen suerte que la constitución de la república y la ley electoral de partidos políticos no contemple una manera de destituir a un funcionario electo popularmente. Es decir, la únicas formas constitucionales que existes son: que renuncien, que se mueran o que sean procesados por delitos cometidos. Y más suerte aún, que las consultas populares no tengan una validez legal aún, salvo que el presidente de la República las convoque, cosa que es totalmente improbable porque daría la pauta para solicitar una consulta popular para evaluar el funcionamiento de la administración presidencial actual. Pero, existe la legitimidad en la petición de miles de personas, para que ustedes en pleno como consejo municipal se retiren de la administración municipal. Se requiere de mucha madurez aceptar que se ha fallado en una propuesta y de mucho valor dar lugar a otras propuestas para el bien de la ciudad. Por lo tanto, los considero y me solidarizo con ustedes. Eso no es fácil y muy pero muy pocas personas en el mundo pueden hacerlo. Honestamente, no creo que ninguno de ustedes que conforman el consejo municipal sean de esas personas.
Involucro aquí a todos los miembros del consejo municipal, pues en declaraciones de radio algunos han mencionado que “el alcalde es corrupto, que vieron anomalías en la administración y que siempre lo supieron”. Con declaraciones como éstas, el ministerio público y la contraloría de cuentas deberían de iniciar investigaciones de oficio, no solo por la corrupción señalada sino por omisión de denuncia de los miembros del consejo municipal. Los protagonismos individuales en búsqueda de una sucesión a la silla edilicia lo único que han hecho es ratificar la inoperancia del actual consejo municipal en pleno.
El escenario administrativo que les espera es terrible con una población descontenta cada vez más creciente, desvinculados de otras autoridades departamentales, sin apoyo de la prensa independiente y sin planes de desarrollo viables ¿qué administración puede ser buena? La alcaldía municipal como institución representa la unidad del municipio; y usted y el consejo municipal han hecho exactamente lo contrario.
Ustedes señores del consejo municipal, incluyendo al señor Ángel, hicieron una propuesta de desarrollo y administración municipal. Ésta simplemente no ha funcionado y las cosas han llegado a tal punto de descontento popular, que es muy difícil reparar los daños. Lo más apropiado es que renuncien demostrando así que son personas inteligentes, maduras y civilizadas. Den así oportunidad a otras personas que eventualmente pueden aportar mejores propuestas que la de ustedes. Permanecer dentro de la administración municipal sería inapropiado bajo cualquier punto de vista que beneficie a la población.
Una definición de justicia es: “El esfuerzo continuado de dar a cada quien lo suyo”. A un año y medio en la administración, acepten que la población que los eligió está dándoles lo que consideran justo para ustedes: quitarles el apoyo.
Al pueblo de Huehuetenango, mi solidaridad por su lucha por la justicia en su comunidad. Es tiempo de involucrarnos más en nuestro desarrollo. “Un pueblo que no vigila a sus gobernantes, es un pueblo esclavo”.

 
A las 7 de mayo de 2009, 9:07 , Anonymous Genaro Rojas ha dicho...

Genaro Rojas
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Carta abierta a la Asociación de Abogados de Huehuetenango
Respetables Señoras y Señores Abogados de Huehuetenango:
No voy a ahondar en el problema municipal que acontece en Huehuetenango en los últimos meses. Estoy convencido que Ustedes lo conocen incluso mejor que yo. Pero si quiero manifestar el aspecto del avance de la situación y temas relacionados. Puede resumirse en un impase: la población, como lo ha manifestado con los miles de firmas recolectadas, no quiere que continúe el Consejo Municipal de Huehuetenango. Los miembros del Consejo divididos en dos grupos, a saber: el Alcalde con el Primer Concejal por un lado y el resto de miembros del Consejo por otro, no quieren renunciar. Entre ambos grupos se hacen acusaciones mutuas de malos manejos, mala administración y cualquier cosa. Ni el Ministerio Público, ni la Contraloría de Cuentas, ni la Gobernación Departamental, ni ninguna otra instancia del Estado realizan alguna acción concreta que tenga al menos algún dejo de futuro para solucionar la actual situación. Obviamente que abundan los comunicados, las entrevistas de radio y televisión, los comentarios particulares, pero en concreto nada. Instituciones no gubernamentales, movimientos espontáneos de vecinos y de alguno en particular han surgido, pero sin esperanzas de solución a corto plazo. Mientras tanto, los factores de riesgo para eventuales brotes de enfermedades relacionadas con la suciedad y la basura se incrementan. Estamos ya en el invierno de Guatemala. Todos, absolutamente todos, estamos incrementando nuestro riesgo de enfermarnos. Los abogados y sus familias no son inmunes, como el resto de la población, de ser afectados por agentes patógenos.
¿Por qué me dirijo a la Ustedes, miembros de la Asociación de Abogados de Huehuetenango? Simplemente porque si ninguna instancia estatal hace algo por accionar para definir este impase en el cual se ve inmerso el municipio de Huehuetenango, toca a la “sociedad civil” hacer algo. Quedan dos opciones porque tarde o temprano alguien (algunos) hará(n) algo. Una es la vía de la violencia, lo que se ha visto varias veces (muchas quizás) en Guatemala. Toma de rehenes, toma de edificios, destrucción de la propiedad estatal, confrontaciones con las fuerzas públicas y todo lo que estamos acostumbrados en Guatemala. Huehuetenango tiene el caso cercano de Aguacatán. Conductas que no nos llevan a un desarrollo pero si a una regresión cultural comunitaria.
Las crisis no son malas después de todo. Crisis en chino se interpreta también como oportunidad. Huehuetenango está en crisis y puede salir adelante con beneficios como empezar acciones para hacer un municipio más ecológico, por ejemplo, con todo el problema de la basura. También tiene la oportunidad de aprender a arreglar sus conflictos internos por la vía de la constitucionalidad y legalidad. La vía inteligente, madura y civilizada que tanto necesitamos en este país. Yo como un ciudadano común y corriente, y como otros miles seguramente, tengo el deseo de hacer algo pero no tengo el conocimiento necesario para llevarlo a cabo y menos el dinero para pagarle a un abogado (o varios) para que me patrocinen. ¿Qué hacer si Ustedes mismos saben que no puedo interponer ningún trámite ante un juzgado sin el auxilio de un(a) abogado(a)? Es instructivo escuchar y ver programas y entrevistas de radio y televisión sobre temas jurídicos, y más provechosos serían si con casos concretos como el presente, nos ayudaran a aprender que en los momentos en que más los necesitamos como comunidad, los profesionales del derecho están para ayudarnos también. Sin cobrarnos por ser miembros de una colectividad con un problema en común.
Honestamente siento que Ustedes como grupo de abogados que ejercen en Huehuetenango tienen un deber moral de hacer algo. Especialmente si están agrupados en una asociación. Que esa asociación se debe al pueblo de Huehuetenango, en donde prestan sus servicios privados y ganan su sustento; y por lo tanto tiene el compromiso de devolverle algo. Que no sirva nada más la asociación para obtener los timbres que necesitan en sus asuntos o defenderse mutuamente o peor aún, como lugar de tertulias de los acontecimientos actuales sin comprometerse en su solución.
Me pregunto ¿acaso no existe la capacidad dentro de la asociación como para hacer una actividad y analizar jurídicamente la situación actual y buscarle opciones de solución por la vía constitucional? ¿O analizar las potenciales faltas y/o delitos en que los miembros del Consejo Municipal hayan podido incurrir al no prestar las funciones y servicios para los cuales fueron electos…y a saber cuántas más? ¿Y de posteriormente encauzar algún proceso en contra de ellos(a)? Esto último, en lo personal lo considero útópico y quijotezco, aunque les confieso, me gustaría estar equivocado.
Me parece también que Ustedes como asociación de profesionales jurídicos debieron haber sido los primeros en pronunciarse ante los hechos ocurridos, especialmente el viernes 24 de abril. Ustedes saben: fue una masacre a los derechos humanos universales de la población de Huehuetenango y una colección de violaciones a la Constitución y Leyes de Guatemala de parte del Ministerio de Gobernación. Ya debieron haberse pronunciado al menos sobre el impase en el cual nos encontramos los huehuetecos con las autoridades municipales. Como asociación civil constituyen una persona jurídica con todos los derechos y obligaciones de una persona natural ¿me equivoco? No tienen necesidad de salir en lo individual, nadie sabrá lo que dijo alguien o dejó de decir. Están seguros como personas, los protege el anonimato de una personería jurídica, si ese fuere el caso. Nunca es tarde para cumplir deberes morales para con la sociedad en la cual vivimos.
Una última pregunta para que Ustedes mismos se la hagan, para que rebusquen en la conciencia social que todos tenemos: ¿podemos esperar los huehuetecos, al menos, un pronunciamiento jurídico de la Asociación de Abogados de Huehuetenango sobre la situación que vivimos y sus eventuales opciones de solución? Como mencioné, es una cuestión de conciencia, aunque como Ustedes sabrán por sus conocimientos en criminología, el ser humano tiene la capacidad de justificar cualquier acción (incluyendo el asesinato) en un máximo de 72 horas. Con esto quiero decir que si no se hace nada, en tres días se encontrará una justificación por no haber hecho nada y se podrá continuar una vida normal.
La cultura chapina tiene varias características, buenas y malas. Una grave es el ser buenos para criticar y ver las cosas desde una tribuna y no involucrarse para plantear soluciones. Los hábitos culturales solo pueden ser modificados con una intensa actividad intelectual, por eso es muy difícil cambiarlos. Si Ustedes no pueden hacerlo, es comprensible.
He sido muy cuidadoso en lo que he escrito, hasta donde mis conocimientos me lo han permitido, para no cometer una falta, delito, infracción, abuso o como Ustedes puedan llamarlo. No quisiera ser sujeto de causa(¿?) por parte de Ustedes. Si a pesar de eso he cometido alguna, no me procesen, háganlo con quienes realmente se lo merecen. ¿Acaso no un jurista griego definió Justicia como “El esfuerzo firme y continuado de darle a cada quien lo suyo”? Y cada quien por sus actos será juzgado. Que así sea.
Señores y señoras de la Asociación de Abogados de Huehuetenango, como ciudadanos de una colectividad de personas les digo que les necesitamos para que nos orienten en cómo solucionar civilizadamente nuestra situación actual… dennos una mano. Todos(as) se los vamos a agradecer.
Genaro Rojas

 

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