ABERRACIÓN CONGRESIL

Seguramente la mayoría de personas que lea esta nota, ya se habrá enterado por los medios de comunicación de Guatemala y de algunas partes del mundo, del escándalo protagonizado por diputados de los partidos políticos UNE (oficial) y Patriota (de oposición), en la mitad de una sesión del “honorable” Congreso de la República en los últimos días de la presente semana.
Por la calidad de las personas que, en su mayoría, ocupan las “curules” en este desprestigiado organismo del Estado, ya no nos extraña nada que provenga de este edificio ubicado en la 9ª. Avenida de la zona 1 de Guatemala; y hasta pensamos que las “mentadas” entre oficialistas y opositores, las agresiones físicas que se dieron entre unos y otros, la “mojada” que le propinó una de las “dignas” diputadas al congresista oficial que mas se destaca por su típico carácter de peleador callejero y la violenta actitud de unos y otros, no es sino el fiel retrato de la “calidad” de quienes eligió el pueblo guatemalteco, en mala hora; pero esta es una buena muestra de la “democracia” que seleccionamos como sistema de gobierno; y aquí cabe la expresión: “No tiene la culpa el 'indio', sino el que lo hace compadre".
Y cada vez que aparecen informaciones como esta en la prensa nacional, siempre deseamos que los congresistas que representan a Huehue. no se vean involucrados; pero que va...casi siempre nos equivocamos.
En este último escándalo aparece la “figura” de uno de nuestros “representantes”, emulando una “pose” pugilística al peor estilo de un “Rocky” Balboa en total decadencia y “como queriendo pelear” pero sin saber cómo ni por qué...!Que tristeza y que pena!
Tanta pena como la que sentimos cuando los socorristas “rescataron”, totalmente inconsciente, del interior de su vehículo aparcado en un lugar de la “zona viva” de la capital, a otro de nuestros “honorables” representantes.
Peor aún, ahora que juzgan a otro que fue representante de Huehuetenango, a quien acusan de la comisión de varios delitos, incluyendo el robo de combustible.
Bochorno, pena, vergüenza ante tanto oprobio, cinismo y degradación de quienes debieran ser personajes ejemplares y dignos de respeto.
Pero esto que ocurre confirma nuestra teoría: La clase política y nuestro sistema de gobierno han colapsado; necesitamos algo diferente que nos otorgue dignidad y una mejor calidad de vida.