DEBACLE
No dudamos que en todas partes del País y del Continente se darán problemas de difícil solución, pero también estamos seguros que en muchos lugares, existirán verdaderos líderes que se ocupen de paliar la crisis que se presenta; ellos, con el apoyo de sus comunidades, trabajarán intensamente hasta encontrar las soluciones que lleven paz y tranquilidad a su pueblo.
En Huehuetenango, que vive dentro de una situación muy difícil creada por la mala administración de los asuntos municipales, en vez de encontrarle una solución a los múltiples problemas que afrontamos, estos se complican cada día mas.
La historia reciente de los conflictos ha quedado plasmada desde sus orígenes en este semanario; recordarán que la basura fue factor determinante para el cansancio del pueblo que había sido informado de otros feos asuntos entre los que se contaba la contratación de decenas de personas, algunos con salarios superiores a los funcionarios presupuestados y con muchos años de servicio en la Municipalidad, sin tener respaldo financiero para ello; peor aún con el recorte general dispuesto por el Gobierno Central al llamado “situado constitucional”.
Era de esperarse que, luego de inflar el presupuesto de funcionamiento de esta manera, tenía que llegar el momento del “rompimiento” total y el desastre financiero.
Quienes se quedaron al frente de la Municipalidad meses atrás, noescucharon el consejo de despedir a todos los empleados recién contratados porque no formaban parte ni de planilla ni menos del presupuesto municipal, independientemente de la utilidad de sus servicios; si lo hubiesen hecho el desastre no sería tan grande y la solución quizá sería un poco menos difícil.
Quedan prestando “sus servicios” en la Muni, algunos “contratados” a quienes se les asignó un sueldo elevado pero disponen despedir a planilleros y presupuestados, provocando un conflicto laboral de gran magnitud, porque la decisión es extemporánea, injusta y discriminatoria; pensamos que tampoco ha sido producto de un estudio exhaustivo.
El movimiento de huelga era algo que se veía venir; está apoyado hasta por trabajadores que hace tiempo les dieron las gracias por los servicios prestados y que ahora también, piden su reinstalación.
La Tesorería Municipal no tiene dinero para pagar una nómina que en un momento creció a casi millón y medio de quetzales mensuales; dispone de algo así como seis cientos mil quetzales al mes que no es ni la mitad de lo que necesita.
La resolución de este conflicto, que ha ido creciendo además por la lamentable intervención de la sucia política que se está adueñando de la situación, tendrá que pasar por la intervención oportuna, sabia y justa de un Juez Laboral que deberá analizar todos los elementos que intervienen, así como las verdaderas motivaciones de los protagonistas, algunos de los cuales simplemente, desean llevar agua a su molino.
Lo que vemos y vivimos en esta ciudad, posee todas las características de una municipalidad que ha estado al borde del precipicio desde al año anterior, que en este momento está a punto de caer al abismo y que para no declararse en quiebra o en “municipio colapsado”, necesita de la intervención de manos seguras y poderosas que devuelvan la “cosa municipal”, al camino correcto y normal.
¡Así sea, para beneficio y tranquilidad del pueblo!
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