ENERGÍA ELECTRICA

Durante los últimos días hemos sufrido cortes de energía eléctrica, pocos programados y los mas, sin previo aviso. Algunos de estos deben atribuirse al INDE y los otros a la Empresa Eléctrica Municipal de Huehuetenango.
Las suspensiones han afectado tanto a empresarios, industriales, prestadores de servicios de salud, propietarios de talleres y público en general que han sufrido pérdidas menores o cuantiosas, dependiendo del tamaño de su empresa o de su domicilio.
Debemos entender que los que los usuarios necesitan, es un servicio de calidad con el voltaje que se espera y que obviamente, sea permanente, sin interrupciones.
¿Quién tenga la responsabilidad de los “apagones”? Eso de verdad, no nos importa mucho porque sabemos que culpables pueden ser: La Empresa Generadora, La Empresa Transportadora o La Empresa Distribuidora; en el caso nuestro se une la distribución y la comercialización dentro de la Empresa Eléctrica Municipal. Por lo tanto quien tenga la culpa de los apagones dentro de las cuatro grandes ramas en que se ha dividido la energía eléctrica en Guatemala (generación, transporte, distribución y comercialización), nos es precisamente lo que nos importa; lo que deseamos es un servicio de calidad que funcione las 24 horas de los 365 días del año porque eso es lo que se espera.
Nos hemos “electrificado” o “electrodomesticado” a tal punto, que casi nada funciona en empresas y domicilios si no es con electricidad; ni siquiera la comunicación telefónica domiciliar porque hicimos desaparecer los teléfonos normales y cuando alguien “toca el timbre” y nadie contesta, simplemente se va, muchas veces molesto sin pensar en que todo se debe a que no hay electricidad y por tanto nadie escuchó su “llamada”. Y si esto es así en las cosas pequeñas, imaginemos lo que pasa en grandes o pequeñas producciones comerciales que se pierden lamentablemente.
El llamado a la prestación de un servicio de energía eléctrica de alta calidad es para el sistema eléctrico guatemalteco en su totalidad porque en su conjunto, han sido los responsables de que también en este sector, “andemos en trapos de cucaracha”.