¿TRANSFERENCIAS ILEGALES?

La historia reciente de la municipalidad de Huehuetenango es tan triste y decepcionante como lo es el destino de los vecinos del municipio hastiados de vivir entre basura, caos vial, desorden administrativo, falta de servicios básicos indispensables, inseguridad extrema y con la “espada de Damocles” sobre la nuca por no saber de cuanto será el incremento que vamos a tener que pagar por el consumo de energía eléctrica.
Al tomar posesión los munícipes actuales, los que entregaron, lo habían hecho con una “sabia” medida: Dejar presupuestados a decenas de amigos y correligionarios para que vivieran suavemente, “mamando” del presupuesto municipal; lejos de abortar de inmediato aquella determinación, lo que hicieron fue contratar mas trabajadores, algunos de ellos con sueldos elevados, lo que hizo colapsar el presupuesto municipal en el renglón de funcionamiento. Los actuales ya no pudieron con “el paquete”.
Habiendo tantas opciones, administrativamente hablando, para resolver el problema de raíz, lo han “contemplado” bajo la vigilancia cómplice de los sindicalistas, ciegos ante la debacle municipal, sin que de ninguno salga una solución viable y práctica que evite el colapso total de la “cosa” municipal.
En lo único que han pensado es en lo mas fácil: Emitir acuerdos municipales continuos para exprimir la Tesorería de la Empresa Eléctrica tomando como base, para exigir dinero, la idea absurda de que ellos cuentan con un renglón de “utilidades”, lo cual denota el total desconocimiento de los susodichos munícipes. No existe tal cosa y para mayor INRI en este momento la Empresa Eléctrica, que ha reservado en los bancos del sistema la deuda que se tiene con el INDE desde hace casi un año y que no se ha podido pagar por el conflicto existente, no tiene el dinero completo porque hay un déficit de mas de tres millones de quetzales con el precio anterior; si las facturas pendientes de pago son mas elevadas la Empresa puede quebrar. ¿De que “utilidad” hablan los señores de la corporación?
Por otro lado, las transferencias “condicionadas” que ya se han hecho para “sacarles las castañas del fuego” a los ediles, bajo compromisos firmados, tuvieron que servir para comprar los materiales necesarios para implementar el doble circuito en las instalaciones que salen de la Sub-Estación del INDE en la zona 3, en vista de que “una salida”, como la que tenemos actualmente, ha ocasionado muchos cortes de energía eléctrica, y por las condiciones obsoletas de los cables con mucho tiempo de uso que trasladan miles de voltios hacia el municipio, si no se cambian y se diversifican, también van a colapsar a corto plazo, dejándonos sin ese servicio indispensable quien sabe por cuanto tiempo.
Ante esta realidad, mas del 90% de los trabajadores de la Empresa Eléctrica Municipal, conscientes del problema y consecuentes con los intereses del municipio están solicitando un alto en las pretensiones imprecisas, “chapuceras”, improvisadas y carentes de fundamentos legales de los munícipes (que ya van para la re-elección), a efecto de que ellos tomen medidas para mejorar la recaudación municipal; algunos pensamos que, con solo el piso de plaza de las ventas informales que existen diariamente en Huehuetenango que suman unos dos millones de quetzales mensuales y que no ingresan a la Tesorería Municipal, ellos contarían con un buen renglón para pagar a sus empleados; si le agregáramos economía en gastos superfluos, recorte en el pago de dietas e ingreso total de cobros por todos los servicios, la Tesorería Municipal contaría con otros dos millones mensuales, nada despreciables; o sea, dinero ingresa todos los días; la pregunta es ¿A dónde va? Como que se cambió el concepto y nos olvidamos que a la municipalidad se va a servir, no a servirse…
Lo que los munícipes han hecho, hacen y harán en su gestión (a la cual le quedan siete meses), los hará ingresar en la historia como parte de “los buenos” o los colocará en la picota para que la vindicta pública los trate como verdaderos delincuentes y los destroce, colocándolos como símbolos en la “plaza de la vergüenza”.