¡CINISMO!

Ya se ha dicho muchas veces, lo confirman los hechos y lo repetimos en este espacio: Huehuetenango, en esta “administración” municipal, no se ha estancado, ha retrocedido no menos de veinticinco años.
Las calles y avenidas de la ciudad son la viva imagen del deterioro, del descuido y de la miopía, colindante con la ceguera, de quienes “asaltaron” la municipalidad de Huehuetenango desde el año 2,008.
Solicitaron, como si fuera prioridad extrema, que con fondos de la Unión Europea, se remodelara el Parque Central y cuando fue aprobado el proyecto saltaron de alegría y utilizaron cuanto medio de comunicación les dio espacio para declararse poco menos que próceres de la ciudad, se dieron baños de grandeza y se declararon orgullosamente “padres de la criatura”, gritando y “endiosándose” a los cuatro vientos y lanzándonos a la cara su formidable iniciativa.
Desde nuestro papel de comunicadores cuya bandera ha sido, es y será la absoluta defensa de los intereses de Huehuetenango y sus pobladores, advertimos que algo andaba mal y lamentablemente no nos equivocamos; cuando por fin el pueblo pudo ver el desastre que se había ejecutado, saltaron las alarmas, se encendieron las luces rojas y se vino el aluvión de protestas; el parque, nuestro parque, se había convertido en “La Plaza de la Vergüenza” y en un colosal monumento a la ineptitud, incapacidad, lenidad, complicidad, en fin, al quehacer corrupto de personajes e instituciones encabezados por quienes dijeron ser los promotores de semejante barbaridad.
Hoy, cuando esta triste “plaza” se ve aplastada ante improperios, vituperios, críticas acerbas de propios y extraños, se ha quedado huérfana; ya aquellos que presumieron de su grandiosa idea, tratan de alejarse del mamarracho y “zafan bulto” a como dé lugar; ya no saben a quien echar la culpa de su total incapacidad…
“Plaza de la vergüenza” que le echó fango en la cara a actores principales, calles y avenidas de la ciudad, tránsito endemoniado, administración corrupta e inepta, competencias municipales infuncionales y colapsadas, relajo laboral en el que hasta trabajadores borrachos y drogadictos agraden impunemente a “sus jefes” y un largo etcétera, nos apoyan para aseverar con total certeza que estos últimos casi cuatro años, han sido los peores en la historia municipal de la cabecera; cuatro años perdidos; jamás se vio tanta voracidad; tan solo en el renglón de dietas se han recetado Q.9,000.00 y mas mensualmente, cada uno de los munícipes cuya responsabilidad en este desastre no termina el 15 de Enero de 2,012; continuará por mucho tiempo en que vamos a poder deducirles responsabilidades, conforme a la ley, por su triste actuación; la historia los juzgará implacablemente y ojalá los tribunales de justicia también.
Y aún así, el señor que encabeza la planilla municipal que ellos integraron para lanzarse a las palestra electoral en busca de una re-elección que jamás llegará, se atreve a gritar a voz en cuello, con un cinismo y una desvergüenza digna solo de politiqueros corruptos que en esta administración municipal se han conseguido los “avances mas grandiosos en la historia de Huehuetenango”. ¿Cuales? ¿En donde están?
Compraron con Q.5,500.000.00 del pueblo de Huehuetenango un convoy que les ha servido únicamente para sus propósitos electoreros en el sector rural; están levantando pavimento en varios puntos viales importantes de la ciudad simplemente para conseguir votos en el área urbana; todo a “raja-tablas”, sin planificación alguna, simplemente con propósitos clientelares. Sospecho que después del 11 de Septiembre, cuando les reviente en la cara la falta de apoyo popular para su proyecto re-eleccionario, los trabajos serán abandonados y quedaremos peor (si esto es posible) de lo que ahora estamos.
Huehuetenango sigue pagando muy caro haber votado como lo hizo hace cuatro años. Espero que hayamos aprendido la dura lección.