ELECCIONES (Punto final)

Este día domingo 6 de Noviembre del año 2,011 se llega a la etapa final de lo que ha sido este deslucido proceso electoral guatemalteco que no nos ha dejado cosas positivas para rescatar.
Francamente creo que ninguna de las dos opciones por las cuales tendrían que votar los guatemaltecos que así lo deseen, llena las aspiraciones ideales de los ciudadanos conscientes que quisieran que nos gobernara un verdadero estadista; esto ha quedado patente a lo largo de esta campaña político-criolla en la que ha surgido de todo, menos propuestas serias y contundentes que podrían granjear la voluntad del electorado pensante e intelectual de nuestro País para decantarnos por uno de los binomios contendientes.
Pero no solo quedó claro en la campaña proselitista que es lo que tenemos frente a nosotros; también nos dieron una muestra de su “honestidad” cuando burlando las leyes guatemaltecas, iniciaron su campaña mucho antes de tiempo, sino que también se “brincaron las trancas” en el supuesto techo financiero que limita el gasto millonario de cada campaña, superándolo con creces y gastándose un dinero que (no creemos equivocarnos) tendrán que devolver de mil maneras distintas.
El que por fin sea el triunfador no tendrá problemas para dicha devolución por cuanto tendrá a su disposición las estructurales gubernamentales de las que podrá hacer uso y abuso otorgándole a sus financistas los puestos, recursos, contratos y demás, de los cuales saldrán, con creces, los dineros utilizados en la “dichosa” campaña millonaria.
El que pierda, ya estará comprometido, como ha venido ocurriendo una y otra vez, a repetir dentro de cuatro años porque a lo mejor entonces podrá ganar y utilizar los recursos del Estado para pagar las deudas pendientes. De ese dinero recaudado le quedará suficiente para vivir sin trabajar de aquí a que venga el nuevo proceso eleccionario.
Pero otro de los eventos en donde pudimos detectar con claridad que es lo que nos espera para el próximo período constitucional lo constituyó el tristemente famoso “debate presidencial” que nos ubicó exactamente en el lugar que nos corresponde en el aspecto político partidario. Lo cual no puede significar otra cosa sino el lamentable sub-desarrollo mental en que se encuentran los partidos políticos guatemaltecos que es tanto como decir “clanes familiares”, “grupos de amigos en búsqueda de la “guayaba”, “mafias capitalinas en pos de asaltar el poder”…y póngale Ud. el apelativo que le cuadre que seguramente va a dar “en el clavo”.
Desaparecieron, y sospecho que para siempre, las instituciones políticas con ideología definida que agruparon en su seno a verdaderos intelectuales tanto del socialismo como del capitalismo. Hoy esa visión que apunta al horizonte gris de Guatemala, se ha convertido en la odiosa ambición de poder político y económico; el auténtico beneficio del pueblo mas necesitado, eso, solo sirve en “campaña” para alcanzar sus nefastos propósitos personales.
La única incógnita que me queda, además de quien obtendrá mayor número de sufragios reales, es la de ¿Qué porcentaje de empadronados acudirá a las urnas este día?
Por lo demás, gracias Al Todopoderoso porque esto, hoy se acaba.