lunes, 19 de marzo de 2012

POLITIQUERÍA

El País en general ha quedado en tan deplorables condiciones después del desastre sufrido durante los cuatro años anteriores que, cual si hubiese sido arrasado por un “tsunami”, está costando mucho encontrar los caminos precisos para situarle en el camino correcto para lograr su recuperación.
El Gobierno Central y muchas de las Municipalidades de Guatemala se las ven y se las desean para, con los pocos o nulos fondos recibidos hasta el momento, luchar contra viento y marea por dotar a las distintas comunidades de lo indispensable para sentir que principia un cambio totalmente positivo y que se puede esperar en el futuro, un trabajo decidido, inteligente y eventualmente feliz.
No son pocos los llamados que se han hecho para lograr la participación activa de todos los guatemaltecos para que, de una o de otra forma, todos colaboremos para salir de este pantano espantoso en el cual nos movemos y que, si no hacemos las cosas como deben ser, cual arenas movedizas, con un mal movimiento, en lugar de emerger, nos hundiremos irremediablemente.
En esta etapa, que debiera ser de total recuperación, lo menos que podemos esperar es que, principalmente las personas que hacen gobierno, ya sea en los tres poderes del Estado o en las Corporaciones Municipales de todo el País, sean las que con mas pasión busquen el bienestar colectivo por medio de actitudes muy positivas, exentas de cualquier interés politiquero trasnochado, burdo y despreciable, trabajando por eso: Por encontrar los satisfactores precisos para las muchas carencias que todos pasamos.
Pero…¿Qué es lo que vemos? Allá arriba, un pequeño grupo de politiqueros de muy corta estatura moral y sin principios ni valores humanos y mucho menos patrióticos, entrampan el trabajo de uno de los Ministros que debe dedicar todo el tiempo disponible para encontrar las gavetas necesarias de donde tomar el dinero del Presupuesto Nacional que dejaron establecido “aquellos”, para solventar las ingentes necesidades del pueblo en general. Estos politiqueros, buscando satisfacer espurios intereses particulares, no lo “sueltan” (hasta que se cansen o su regalada gana se les de) en una interpelación que lo ha mantenido perdiendo por lo menos dos días de las últimas semanas, que el Ministro pudiera utilizar para trabajar en beneficio de Guatemala.
Cosa similar ocurre en algunas municipalidades de Guatemala en donde politiqueros menos escrupulosos aún, imparten instrucciones, nacidas del dolor, del rencor y del resentimiento de haber perdido en la última contienda electoral, a ciertos “síndicos y concejales” que actúan como borregos corrientes, para que también entorpezcan y entrampen la agenda municipal, rompiendo aún mas ese tejido social que la gente honesta, pretende restituir en toda su grandeza.
¿Cómo se puede introducir en ciertos “cráneos”, bastante duros y hasta impenetrables, que están en los poderes del Estado y en las Corporaciones Municipales para facilitar la labor de quienes sí quieren trabajar en beneficio del pueblo y no para entorpecer siguiendo indicaciones perversas de politiqueros frustrados y resentidos?
La denuncia mediática para que la vindicta pública caiga sobre ellos exigiendo su salida, talvez podría ser la única vía para lograr nuestra pronta recuperación social.

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