EL RINCON DE EDWIN ¡¿Para qué tuviste hijos?!
Me compartieron un post en Facebook, que me llevó a reflexionar en otra vertiente:
"NO HAY DOLOR MAS GRANDE PARA UNA MADRE QUE UN HIJO LE PREGUNTE:¿¿¿PARA QUÉ TUVISTE HIJOS??? EN VEZ DE DECIR "GRACIAS POR DARME LA VIDA" , CUANDO LA REALIDAD ES QUE FUERON MUCHOS AÑOS DE SACRIFICIOS, PENAS, POBREZAS, DESVELOS, LIMITACIONES Y TANTAS OTRAS COSAS PARA VERLOS CRECER Y QUE ESTEN ASI COMO ESTAN. ESA PREGUNTA ES COMO UN PUÑAL QUE ATRAVIESA TU ALMA, Y QUE LAS LAGRIMAS QUE DERRAMAS SON LA RESPUESTA A LA PREGUNTA QUE TE HICIERON, ESAS LAGRIMAS DICE MAS QUE MIL PALABRAS." Mi reflexión:
"¡Qué brutal! ¡Durísima situación! Pero ¿No será que en algo fallaron esos padres? Los hijos son frutos, los padres árboles o en todo caso, agricultores que sembraron antes, la semilla de lo que cosechan. Si el Señor Juez, analiza caso por caso de cada delincuente o antisocial con que se ha encontrado en su función judicial, encontrará una correlación entre él y el niño abusado en la infancia o lo peor, desde la concepción, abandonado por su mamá o en un entorno de un hogar disfuncional.
Crece y vive el doliente (delincuentes muchísimos a la postre), sin los instrumentos emocionales para encarar la vida. De allí se traslada hasta la 4a. generación. Ello nos ha dado cárceles, manicomios, estadios e iglesias abarrotados; necesidad de armas, policías, jueces, investigadores criminales. Causa de los sufrimientos de las sociedades en todos los tiempos.
Sin embargo, no hay culpables. Muchas veces las madres abandonan a sus hijos gran parte del día, para poder trabajar, con la buena intención de que él no sufra carencias y pobrezas como bien dice el post. Pero los costos son carísimos y las lágrimas abundantes para toda la vida, ya que las consecuencias se pueden llegar a lamentar hasta al cementerio.
Nadie tiene la culpa de ello, se actúa en el desconocimiento. La ciencia ha ido demostrando también todo eso. La riqueza en el adulto doliente estriba en solucionar esos viejos conflictos y liberarse de esas cadenas para ser feliz, sin culpar a sus padres, para cortar con esa maldita cadenita. Si es que la vida le da tiempo.
Todos los días constituyen la mejor oportunidad para suplicar la presencia de mamá para sus hijos, las veinticuatro horas del día, al menos, durante los primeros siete años. Si a partir de hoy sucede eso, en veinte años, la violencia que nos aqueja en el presente, se habrá reducido dramáticamente, de lo contrario, más de lo mismo para la humanidad del mañana. Siempre en la de no acabar. Así jamás vendrá el Reino de Dios; pues si fuera hoy el “Día del Juicio”, para muchos sería el infierno. Ni soñar que sea el cercano día de 13 Baktún (21 de diciembre de 2012) para celebrar en El Petén el “Fin del Mundo”.
Un hijo crecido al amparo del amor de mamá, dice la ciencia y la empírica así lo demuestra, jamás exclamará preguntando ¡¡¿¿PARA QUÉ TUVISTE HIJOS??!! Tampoco, mamá lo estará chantajeando”.
Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Huehuetenango, 24 de Agosto de 2012
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