sábado, 20 de septiembre de 2008

DAMAS VOLUNTARIAS:

En la medianía del siglo pasado un grupo de honorables damas de Huehuetenango conformaron un grupo de mujeres dispuestas a trabajar en beneficio de la gente mas necesitada de Huehuetenango. Sus esfuerzos iniciales se encaminaron a la fundación de un comedor infantil que funcionó en lo que conocimos en aquella época como el Chalet Luttman; cientos de niños pobres recibieron parte de sus alimentos diarios en aquel lugar. Al paso de los años el Gobierno de la República se hizo cargo del proyecto y se convirtió en el Centro de Bienestar Social.
Pero el grupo de Señoras continuó su trabajo con los consabidos cambios de protagonistas, hasta desembocar años después en lo que actualmente se conoce como las Damas Voluntarias que encaminaron inicialmente sus esfuerzos para ayudar a las personas pobres que acuden al Hospital Nacional de Huehuetenango (Es bien sabido que en estos centros hospitalarios públicos se carece de todo por lo que ellas contribuyeron siempre con medicinas, insumos de todo tipo y hasta compra de algún instrumental).
Para el efecto realizaron una serie de actividades tendientes a la recaudación de fondos, confiando en el altruismo del pueblo, y fueron “sacando la tarea” con algunas dificultades que neutralizaban con entusiasmo y mucho trabajo. De pronto surgió la idea de establecer una farmacia con medicamentos a precios un poco menores que en las farmacias comerciales porque algún laboratorio confió en ellas; así trabajaron al principio, pero no era lo que ellas esperaban. Querían algo mas favorable para “su gente”; en todo caso la Farmacia del Antiguo Hospital, como se le conoce, principió a acreditarse y cuando las Damas Voluntarias se decidieron a “hacer el cambio”, estaban seguras de tener éxito.
Con la comercialización de la medicina sin intermediarios, trabajando directamente con los laboratorios adecuados, productos de calidad están siendo vendidos a precios muy económicos a las personas que los necesitan; es más, las utilidades que se generan, están siendo utilizadas para favorecer aún mas a la población. Esto ha sido así desde hace bastante tiempo y ahora con mayor razón ante los inconvenientes oficiales para colaborar con el Hospital.
Hoy, en la misma área de Farmacia, en un ambiente adyacente autorizado por la actual Administración Municipal en el edificio del antiguo hospital y gracias a la extraordinaria colaboración de la Misión Médica Cubana, las Damas Voluntarias han implementado cubículos muy bien montados para Clínica de Medicina General, Pediatría, Odontología y Oftalmología en donde nadie se va sin la debida atención.
Los precios, cuando se cobra, son verdaderamente simbólicos y el dinero que ingresa se re-invierte en todo lo que se va necesitando para que la gente pobre perciba que, en alguna medida, hay personas que se ocupan de minimizar sus carencias.
Fui invitado para visitar las instalaciones por la Presidenta actual del grupo de Damas Voluntarias, la señora Maritza de Cardona y mi guía fue su esposo, el estimado amigo Roberto Cardona que, no obstante sus múltiples ocupaciones personales, siempre se da un tiempo para prestar su ayuda a este grupo de mujeres extraordinarias.
Ellas trabajan mucho, pero siempre están necesitadas de apoyo principalmente económico; si Ud., desde donde se encuentre, quiere brindar su ayuda a manera de padrinazgo, le ruego comunicarse con Maritza al siguiente correo electrónico: roca4655@hotmail.com.
¡La obra vale la pena, se lo garantizo! Y si Ud. colabora hará algo perdurable.

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