TRANSPORTE URBANO

Cuando no se había iniciado la migración hacia la cabecera departamental de Huehuetenango y la población en su gran mayoría, se integraba por personas nacidas aquí mismo, carecíamos quizá de muchas cosas materiales, pero tampoco teníamos los problemas que hoy afrontamos. Los habitantes del municipio nos contábamos por cientos, nos encontrábamos por las calles, la mayoría a pie, el saludo nunca faltó y la vida transcurría, no con la displicencia de ahora y por lo tanto, pienso, con mas felicidad.

Hombres y mujeres caminaban con sus canastos en la mano, para la compra dominical en el Mercado Central (A propósito: Frescas en mi memoria subsisten las imágenes del Prof. Javier Estrada Osorio, a la sazón flamante Director de la Escuela Para Varones No. 1, hoy Salvador Osorio, acompañando a su esposa, ambos canastas y morrales en ristre, subiendo por lo que ahora es la 4ª. Calle, temprano el Domingo, con dirección al “Mercado”); nadie pensaba en automóviles ni menos en “buses”; caminar no solo era un deporte sino una necesidad vital.

Pero vino “el progreso”, se crearon muchas “necesidades”, creció la ciudad, construyeron La Terminal y hace rato que estamos metidos en el embrollo del transporte urbano; según la documentación que poseo, está autorizada una cantidad como cobro del pasaje y exigen una muy superior...Veamos: Con fecha 18 de Octubre del año 2,004, la Municipalidad autoriza, en el Acta No. 67, cobrar “por valor de pasaje por persona la suma de Un Quetzal (Q.1.00)”. El veinte de Enero de 2,005, la Corporación Municipal , en el Acta No. 006, “ACUERDA: Autorizar un incremento al valor del pasaje por persona de UN QUETZAL para estudiantes y UN QUETZAL CON VEINTICINCO CENTAVOS, para usuario no estudiante”; en la ruta 11, que es la que va a La Terminal , el valor del pasaje sigue siendo de UN QUETZAL.

En el Acta No. 113 de fecha 31 de Octubre del año 2,005, la Corporación Municipal , Acuerda: Autorizar el incremento al valor del pasaje del Transporte Urbano, en todas las rutas, a excepción de la de Chinacá, en VEINTICINCO CENTAVOS.

La persona que se tomó la molestia de solicitar la documentación en la instancias Municipales, afirma que no existe ninguna otra autorización por parte de la Corporación Municipal sobre el precio del pasaje, según los funcionarios que le atendieron; eso significa, ni mas ni menos, que los transportistas que están cobrando de Q.2,00 a Q.2,50 no solo están cometiendo un abuso incalificable sino un delito que debiera castigarse con todo el peso de la ley, porque están lesionando la maltrecha economía de todas las familias que hacen uso de este “mal servicio”.

Insisto, si quienes están cobrando cantidades excesivas y no autorizadas, no pueden exhibir un documento oficial y legal que les permita exigir a los usuarios de Q.2.00 a Q.3.00, deben ser castigados conforme la ley de la materia. Otra cosa, como permitir que lo sigan haciendo, será tanto como convertirse en cómplices de abuso y exacción ilegal. Una autoridad municipal que se precie de serlo, no puede darse ese “lujo”.