sábado, 29 de noviembre de 2008

PANDEMONIUM

Siempre se ha dicho y con razón que quienes ejercemos funciones públicas de críticos, seamos o no periodistas, debemos no solo emitir nuestra opinión con relación a determinados casos, sino que tratar por todos los medios que dicho juicio sea constructivo.
Se pide además que cuando enjuiciemos y critiquemos ofrezcamos las posibles soluciones sobre aquel asunto que nos parece que no lo están haciendo tan bien como debieran.
Obviamente a quienes van dirigidas muchas de las críticas que se ofrecen públicamente, es a las autoridades de turno sean municipales o nacionales; pues porque nosotros los elegimos, ellos prometieron a mas y mejor y los reclamos están encaminados a que cumplan sus promesas.
Cada quien que ocupa un cargo público además, debe saber con exactitud que a partir de su toma de posesión se convierte en un ente cuyas actitudes serán juzgadas con apego a lo que para el efecto determina la ley y también serán objeto de duras críticas, no tan constructivas ni tan leales, que serán publicadas por distintos medios alternativos de divulgación; y talvez estas serán las que mas daño hagan.
Aquí en Huehuetenango, conforme a la experiencia que poseo, el actual alcalde (sigo con las minúsculas) ha sido uno de los funcionarios mas duramente criticados y el único que ha perdido la inmunidad (por algo será); ha llegado a tal punto la mal querencia que se ha granjeado que desde la semana pasada ha corrido el rumor de su destitución o abandono del cargo.
Y es que las cosas no van nada bien para el funcionario debido a que, entre muchas otras circunstancias, carece de asesores dignos y experimentados, contrató a muchas personas entre las cuales surge, en algunos, la codicia y la ambición ilimitada y dentro de la corporación no hay muchos ciudadanos prestigiosos. Si a ello le agregamos el factor personal del protagonista, el asunto no pinta nada bien.
En nuestra entrega anterior decíamos que el trabajo municipal nocturno simplemente fue “una llamarada de tusas”; y hoy, para evitar ese “pandemónium” vehicular que se ha provocado durante los últimos días y que incide negativamente en la ya muy deteriorada imagen del alcalde, todos hubiésemos visto con muy buenos ojos que esos trabajos de pintura de calles y colocación de “artefactos” que supuestamente ayudarán en la obediencia a las señales visuales, se hubiesen hecho aprovechando el trabajo nocturno. Este es el último botón de muestra. Hemos vivido en muchas calles de la ciudad un verdadero martirio, porque se produjeron embotellamientos monumentales que nos impidieron circular por mucho tiempo, perdiendo citas, trabajo y estabilidad emocional; todo por empecinamientos y decisiones “locas”.
Quiero copiar lo que me escribe un ciudadano ejemplar en uno de los múltiples correos electrónicos que tiene la bondad de enviarme: “Me parece que al Señor Alcalde, como que la cosa se le está poniendo difícil. Cuando se hacen malas acciones, no solo queda mal el pecador, también se embarra a toda la familia y eso es talvez lo más lamentable. Como dijo el campesino: <>”.
Y como afirma la persona que me envía esta comunicación, tenemos que buscar la forma de “retornar a la senda de la paz, la concordia y el trabajo tesonero y entusiasta que ha caracterizado a la gente de Huehue.”...¿Cómo? Pregunto.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Envíenos sus comentarios. Los comentarios que contengan expresiones soeces o fuera de lugar serán eliminados por nuestro equipo de moderación. Rogamos incluir su nombre y correo electrónico.

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio