lunes, 17 de noviembre de 2008

UN CORTO VIAJE

Luego de un receso de varios meses en nuestras actividades motociclísticas, decidimos efectuar un viaje de corta duración sobre carreteras asfaltadas de Huehuetenango para, posteriormente, adentrarnos en territorio mexicano.
Salimos el domingo 9 de Noviembre a las seis de la mañana y nos dirigimos, por la carretera interamericana, con dirección al municipio de La Democracia; doblamos en jurisdicción de la aldea de Camojá hacia el lugar que escogimos para el desayuno: Un tranquilo y acogedor restaurante propiedad del amigo Tomás Gutiérrez en donde, no solo disfrutamos de un delicioso menú, sino conocimos la parte ecológica que el propietario ha creado con el paso del tiempo y que hace el lugar, aún mas atractivo. Para contribuir con el rincón de lectura que posee, le llevamos algunos números de nuestra Revista “Controversia”.
Seguimos camino pasando por Cuatro Caminos que es la entrada para Santa Ana, San Antonio y Concepción Huista, así como para Jacaltenango y enfilamos hacia Nentón para buscar la aldea de Gracias a Dios. A este lugar yo llegué la última vez, hará como unos cinco años encontrándome con una calle principal de tierra, casas de madera y apenas unos tres edificios de concreto: La Escuela, el Centro de Salud y un comercio.
Esta vez cuando al salir de una pendiente observamos Gracias a Dios, mi sorpresa no tuvo límites porque me “topé” con una verdadera ciudad: La calle principal totalmente asfaltada y ahora la excepción son las construcciones de madera; es un lugar en donde salta a la vista la pujanza económica y ojalá, el progreso en toda su dimensión. Ya no queda ni el recuerdo de lo que yo vi hace tan pocos años.
El edificio de controles fronterizos es igualmente confortable y los empleados nos atendieron con mucha cortesía. Igual ocurrió del lado mexicano que está “a un paso” de Gracias a Dios.
Llegamos al lugar mas conocido de todos que se llama Carmen-Shan y al salir de ahí enfilamos nuestras máquinas hacia Los Lagos de Montebello a donde llegamos luego de recorrer unos 200 kilómetros aproximadamente. Todos los lagos son bellos pero sobresalen “Montebello”, Tziscao y el Lago Internacional. Las lluvias fueron tan copiosas que algunos de los pequeños restaurantes construidos a la orilla de los mismos están innundados y el agua les llega hasta el techo; pero el espectáculo de todas maneras, es impactante; el colorido de las aguas sobrecoge el espíritu. Almorzamos y muy bien, en uno de los tantos lugares que para el efecto, están al servicio de los visitantes.
Volvimos por el mismo camino y después de pasar la frontera, me parece que en jurisdicción de la aldea Chiquial del municipio de Nentón, encontramos los restos de un vehículo tipo camioneta sport que seguramente había sido incendiado en el transcurso del día; no hay información oficial del suceso.
Estábamos de regreso en Huehuetenango a eso de las 20.30 horas del mismo día, gracias al Ser Supremo sin mayores problemas, solo con el alma rebosante de belleza natural y mucha tranquilidad, luego de un viaje de 400 Kms. aproximadamente.
Concurrimos William y Estuardo Chávez, César Herrera, Rolando Castillo y quien esto escribe; estamos preparando el próximo recorrido, en el cual emplearemos tres días, para el 5 de Diciembre; si Ud. quiere acompañarnos, háganoslo saber; lo recibiremos con los brazos abiertos.

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