PLANIFICACIÓN: CERO

Alguien ha dicho y con razón que los pueblos que olvidan su historia no tienen futuro; los dirigentes que hacen caso omiso de las experiencias vividas por sus antecesores o que no se preocupan por estudiar un poco qué es lo que ha ocurrido antes de su permanencia en las alturas, están condenados al fracaso o a que la vindicta pública los señale con animadversión.
En Huehuetenango tenemos una rica historia sobre lo que ha ocurrido en las Corporaciones Municipales que se iniciaron con el Prof. César Julio Mérida Vásquez en el año de 1,945; no mencionamos lo anterior porque tendríamos que hablar de las Intendencias Municipales que dependían del Gobierno Central. O sea, son instituciones que han gobernado los municipios pero de manera totalmente distinta; aquellas eran órganos estatales; estas, funcionan de manera autónoma; y de estas últimas existe constancia cronológica en las actas levantadas por los distintos concejos.
Si somos precavidos, estudiosos y deseamos no cometer los mismos errores que ya cometieron nuestros antecesores, debemos conocer la historia de nuestro municipio; pero no solo en las actas municipales existe constancia histórica del hacer municipal; también en los periódicos, revistas, radioperiódicos que dejaron copia de su trabajo periodístico y ahora en internet; y hay algo mas y muy importante: En Huehuetenango y en todos los municipios del País, existen personas que poseen un conocimiento histórico envidiable a quienes, en un momento dado, se les puede consultar para evitar los errores y horrores que a diario se siguen cometiendo.
Hablemos de ejemplos: Por muchos años se ha venido pidiendo que se eviten las ventas callejeras “regulares” que han invadido y “tomado” como propias, calles y avenidas principales de la ciudad; se hicieron intentos que, por falta de pantalones, no prosperaron; adicionalmente se sugirió, desde hace muchos años, que no se permitan las ventas de juegos pirotécnicos en el centro de la ciudad y por la misma falta de ... se siguen autorizando; Dios no lo quiera pero esa alcahuetería, puede ocasionar una tragedia de inimaginables proporciones.
Se ha pedido hasta la saciedad que se eviten los trabajos municipales en las calles y avenidas en las proximidades de grandes celebraciones como la Semana Santa, las Fiestas Julias, la Navidad, etc., porque circula mas gente que la acostumbrada, a pie o en vehículos; pero parece que “por fregar”, inician no solo uno, sino varios frentes de trabajo que interrumpen la circulación y ocasionan embotellamientos monumentales.
Se pidió que siguieran el ejemplo de otras ciudades dirigidas por autoridades muy competentes y preparadas que saben el valor del tiempo de cada persona, que calculan lo que se desperdicia en combustibles, que aprecian la estabilidad emocional de sus vecinos y que respetan, en fin, a los seres humanos y que realizan estos trabajos en horario nocturno para evitar problemas en su ciudad. El llamado “Plan Luciérnaga” que se puso en práctica en algunas ciudades de Guatemala, comprobó que funciona y muy bien.
Cuando se es joven quizá se piense que todo lo que hacemos nos sale muy bien pero en algunos casos olvidamos el respeto que le debemos a nuestros conciudadanos sean de cualquier edad.
Bien valed la pena que tengamos presente siempre la sentencia del Benemérito de las Américas Don Benito Juárez, que dijo con mucha propiedad que “el respeto al derecho ajeno, es la paz”.
Señores munícipes: Para no seguir “metiendo la pata hasta el fondo” como hasta ahora, valdría la pena que buscaran la mejor asesoría posible, porque Uds., parece que “no saben lo que hacen”.