¡!BASURA!!:

No obstante que los principales medios de comunicación del País, televisivos, radiales y escritos, le han dado una especial cobertura al asunto de la basura en la cabecera departamental de Huehuetenango, nosotros insistiremos en el asunto desde nuestra particular perspectiva.
Nada mas en el semanario anterior escribíamos sobre las medidas de hecho que la población en general principiaba a tomar ante la desesperación provocada por tantos desechos sólidos acumulados en calles, avenidas, caminos, terrenos baldíos y domicilios que, en un momento dado, pueden provocar una epidemia de proporciones descomunales; ya lo han advertido autoridades sanitarias locales. Hicimos hincapié en que mas acciones de parte de la población, se veían venir.
El domingo en la noche, horas después de que se publicara nuestro boletín, miles de personas, ante el llamado electrónico recibido, se dieron cita en el Parque Central para depositar su basura acumulada por tres semanas, frente al edificio de la Municipalidad local; esta ha sido una manifestación popular de desacuerdo, rechazo y repulsa ante el “gobierno municipal de Danilo Angel”; es imposible verlo de otra manera.
Se calcula que unas tres toneladas de basura fueron depositadas por el pueblo inconforme con el actual estado de cosas y las personas que acudieron, que se contaban por miles, solicitaron, entre otras cosas, la renuncia inmediata del concejo municipal en pleno, para que ocupen esos puestos personas honorables sin nexos políticos de ninguna índole.
El problema ante una petición de esta naturaleza es que La Ley Electoral y de Partidos Políticos en su artículo 206, establece claramente la forma de llenar las vacantes que, por una u otra razón, pudieran darse en una corporación municipal, con lo que los integrantes de un nuevo concejo no podrían ser seleccionados sino por el Tribunal Supremo Electoral que los escogería entre los suplentes y/o planillas presentadas por los grupos políticos que participaron en la última contienda electoral.
Entiendo que no es precisamente eso lo que se busca en Huehuetenango; lo que se quiere son autoridades municipales dignas, honorables e incorruptibles que sepan hacer el trabajo que les corresponde con la mirada puesta en el bienestar del pueblo y no en los intereses económicos personales de un pequeño grupito de corruptos.
Talvez un Abogado experto en cuestiones electorales y políticas o un Politólogo pudieran encontrar la solución legal adecuada para que, en caso de que se diera una renuncia colectiva, la cosa municipal quedara en manos de las mejores personas que en Huehuetenango pudieran encontrarse.
Lo cierto del caso es que se necesita urgentemente un cambio, “un golpe de timón” como suele decirse, para que el rumbo que llevamos en esta nave a punto de zozobrar, corrija el rumbo y se dirija a puerto seguro.
También es de apuntar que en raras ocasiones se da una respuesta popular tan puntual, de tanta solidaridad; en donde el desinterés político es la consigna; en la que se da por descontado que es una protesta masiva popular por la ineficiencia, la ineficacia y el pobre desempeño de una corporación que solo demuestra la mas absoluta ignorancia en cuestiones municipales y el abandono de prioridades en cuanto al servicio a la comunidad se refiere. Podría ser el despertar de un pueblo que hoy se siente avasallado en su dignidad y que podría seguir en esa senda hasta encontrar la paz, la tranquilidad y la justicia social de la que hoy carece.
Por eso, nadie debe olvidar lo que se apunta en la sabiduría popular de los refranes antiguos: “De las aguas mansas ¡Líbrame, Señor!”.