INFLUENZA A (H1N1)

Así titulamos nuestra columna de la semana anterior cuando dimos a conocer sobre el primer caso confirmado de esta pandemia en la ciudad de Huehuetenango.
Esperábamos la acción de urgencia de parte de las autoridades implicadas en el asunto desde el mismo domingo anterior, pero dejaron pasar unos cuantos días mas y se reunieron en sesión, no precisamente de emergencia, hasta el miércoles de esta semana. Ahí determinaron, se supone por recomendación de las autoridades de Salud que son las que tienen toda la información, la suspensión de clases a nivel municipal durante los días de la presente semana y toda la semana entrante.
Sendos comunicados de prensa se dieron a conocer con instrucciones precisas para directores de establecimientos educativos, maestros y padres de familia en el sentido de que, para proteger la salud de los educandos de todos los niveles, volverían a su actividad regular hasta el lunes 3 de Agosto.
Grande fue la sorpresa general cuando a las pocas horas de la emisión de los comunicados de prensa, se da marcha atrás por todos los medios de comunicación incluyendo profusas llamadas telefónicas de las “autoridades” educativas locales, a efecto de que maestros y alumnos olvidaran “esas instrucciones” y volvieran todos a trabajar. ¿Qué había pasado? ÓRDENES SUPERIORES provenientes de la capital que echaron por tierra todo el entramado de sus representantes locales para controlar la situación patológica del municipio de Huehuetenango.
Una prueba evidente de cómo funciona la famosa descentralización en todo el país. Los que aquí viven y representan al Organismo Ejecutivo “no saben, no entienden, no conocen, no están ubicados ni saben nada de su jurisdicción” y por lo tanto no pueden disponer...Solo saben que hacer quienes viven y “trabajan” en la capital y por lo tanto tienen “la sartén por el mango”. Disponen a control remoto porque “yo mando”, única razón que los respalda. La ciencia y la tecnología, la prudencia y la prevención que pudieran manejarse a nivel municipal y departamental, eso...para ellos, no sirve para nada. Para eso no hay descentralización que valga; aquí solo funciona el “yo mando, yo dispongo”, pase lo que pase.
Con esa manera de manejar una emergencia referente a la salud, como decía la abuela, “...que Dios nos coja confesados”.
Y algo mas: Un respetable madre de familia formuló la “pregunta del millón”: ¿Será que las autoridades centrales acompañaron a su contra-orden los insumos necesarios (mascarillas, desinfectantes, etc.), para la protección sanitaria de los educandos?