domingo, 7 de noviembre de 2010

LA SERENATA:

Diríamos que son muy pocas las personas que mantienen un interés genuino por conservar, incólume, la tradición de la serenata, tanto del Miércoles Santo, como del Día de los Santos. La mayoría, y habrá que escribirlo con la mayor sinceridad, solo han podido retener el mezquino interés económico que ese tipo de actividad les representa.
Pero también, precisamente en esta época en que algunos partidos políticos y comités cívicos, por la cantidad de dinero que poseen (lícito o ilícito), aprovechan para continuar con su campaña política para ocupar en el cercano futuro, puestos de elección popular tan codiciados, principalmente por aquellos que van con la mira puesta en abarcar cuanto contrato oficial y municipal se pueda y hacer cuanto negocio les llegue como consecuencia del puesto que pudieran ocupar o en el que quieren re-elegirse. Ellos, corruptos desde cualquier punto de vista que Ud. los analice, están dispuestos a “ayudar” con su contribución monetaria, para la celebración mediática de estas “tradiciones”; y por supuesto, hay quienes les facilitan las cosas convirtiéndose en cómplices de la continuidad en el poder de tanto mafioso como ahora ronda por ahí...
Algunos medios de comunicación y espectáculos que se montan al efecto, no solo no se resisten a la entronización de las campañas políticas sino que ellos mismos las solicitan a pesar de la prohibición que la ley establece...Y nadie dice nada.
En esta noche del 31 de Octubre y madrugada del día siguiente hasta los negocios de venta de comida y licores que se montan alrededor del Parque Central se vieron afectados, fundamentalmente porque por ahí existe una cerca de lámina de zinc que rodea el Parque en donde no hay ningún tipo de movimiento hace como cuatro meses. Los trabajos que apenas se iniciaron con el levantamiento del piso que quien sabe que se hizo, se detuvieron supuestamente porque carecían de la documentación correspondiente y como que los fondos tampoco abundaron. De tal manera que la famosa “remodelación”, que tanta polémica ha causado, resultó ser, hasta ahora, un auténtico fiasco que nos avergüenza y no pinta tal cual somos: Apáticos, indiferentes, comodones y “mansos”. Y ahí lo tenemos: Hasta el dichoso árbol comercial navideño ha sido colocado tras la cerca, cual gallo enjaulado.
Todas las actividades públicas que vienen realizándose desde Julio han sido afectadas de muy mala manera por las láminas de zinc y ahora le tocó el turno a la mismísima serenata comercial.
Y por supuesto que preguntamos a varias personas: ¿Cómo les pareció la serenata de este año? Y la respuesta fue unánime: UN DESASTRE. Si contestaron con el hígado o con el corazón, eso no lo sabemos. Lo cierto es que desde el 16 de Enero de 2,008 al municipio de Huehuetenango le sacudió un fuerte movimiento telúrico que paulatinamente vino a destruir lo muy poco de bueno que nos estaba quedando en estructura física, estabilidad emocional y espiritual, tranquilidad y convivencia social positiva, entretenimiento deportivo y tantas otras cosas que “pasaron al mas allá”. Nos ha quedado un tremendo deterioro en los aspectos mencionados y un atraso físico social sin precedentes.
¿Cuándo comenzaremos de nuevo a levantar cabeza? Tal vez para la próxima serenata del Día de los Santos ya tengamos la respuesta.

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