FIESTAS DECEMBRINAS

Los ritmos alegres unas veces y nostálgicos otras, se están dejando escuchar ahora que se inicia el mes de Diciembre, considerado por algunos, como el mes mas bonito del año; ritmos que nos hacen pensar en las posaditas, nacimientos, pachangas, procesiones cantonales, pero principalmente en la conmemoración del Nacimiento del Niño Dios que trae paz y amor.
En todos los hogares, casi sin excepción, desde que amanece el mes de Diciembre, principia a respirarse viento fresco de festividad y las relaciones interpersonales se vuelven mas armoniosas porque se advierte subjetivamente, que todos debemos cambiar nuestra actitud para ponerla a tono con el ambiente amoroso y fraternal de la Navidad.
Queremos olvidar las cosas negativas que nos rodean pero es el caso que es imposible hacerlo, fundamentalmente en un ámbito como el nuestro en donde las sugerencias para cambios positivos, no calan en el ánimo de los que disponen. Y es que para muchos el signo de las monedas es lo único que importa; la paz y la tranquilidad de la población siempre estará relegada a los últimos lugares frente al interés económico ciego que siempre colocan a la vanguardia.
Por muchos años se ha solicitado una feria navideña en el lugar y espacio adecuados para vendedores y compradores; ni siquiera lo han intentado y ahora, en el inicio de este mes, aunque juren y perjuren ante la opinión pública que “habrán cambios positivos”, las cosas siguen mucho peor que antes.
Ahora, con el Parque cercado por láminas de zinc en donde solo hubo espacio para la publicidad contenida en un árbol gigante propiedad de una empresa millonaria ($?$?$?), las ventas navideñas (en donde no encuentra usted una sola colocada de manera estética) vuelven a colocarse en la 3ª calle abarcando varias cuadras solo que ahora en ambos lados de la calle, sobre la 4ª avenida que cierra totalmente el paso vehicular, frente al convento parroquial y la Escuela Amalia Chávez, parte de la 2ª calle y en fin, ahí en donde Ud. menos se lo espera, colocaron una venta informal. Por supuesto que todos pagan a los cobradores (¿?¿).
Y por si esto no fuera suficiente, todavía ordenan a la PMT que cierre la 5ª avenida frente al Edificio Municipal para la celebración de cualquier cosa que se les ocurra.
Si Ud. tiene vehículo y vive en Huehuetenango o si Ud. viene en su vehículo para visitar Huehuetenango sabrá exactamente que es lo que pasa, no solo en las calles del centro de la ciudad sino en toda la cabecera municipal, por cuanto las colas y los embotellamientos debido a las circunstancias descritas son monumentales y agotan la paciencia y desesperan hasta “el mas pintado”. La pérdida de tiempo, el gasto superfluo de combustible y la desesperación de algunos que “se prenden” de su bocina o claxon de su vehículo, hace mas penetrante la angustia y el “estrés” que invade el espíritu de quienes se atrevieron, en mala hora, a meterse con todo y vehículo, a “la caldera del diablo”.
Si, Dios no lo quiera, en estos momentos se produjera otro siniestro como el mas reciente de la 4ª avenida y 2ª calle de la zona 1 ¿De que manera podrían auxiliar los Bomberos Voluntarios? ¿Cómo podrían ingresar en este “pandemonium” que los propios munícipes han creado?
Pero, es parte del “folklore huehueteco”.