PLANES DE DESARROLLO:

Tal como lo mencionamos en otros semanarios, no podemos sustraernos de abordar temas políticos porque son los que están de moda y porque el interés de la ciudadanía se centra en el conocimiento de las ofertas políticas que saltan a la palestra.
Estoy convencido que mas que a los binomios presidenciales, que mas que a los candidatos al Congreso Nacional, que mucho mas que a los candidatos por el “dichoso” Listado Nacional (en donde aparecen nombres de personas totalmente desconocidas) y que muchísimo mas que a los candidatos al desconocido PARLACEN (tan desconocido como quienes lo integran), el interés de los ciudadanos de la “provincia”, se centra fundamentalmente en las personas que han lanzado su candidatura para ocupar la silla edilicia; el partido por el cual se postulen, en la mayoría de los casos, no tiene importancia, salvo cuando la ambición, la avaricia y la vanidad saltan a la vista.
Pero los ciudadanos de los municipios desean conocer, a fondo, no solo a quien se postula para la Alcaldía, sino necesitan examinar exhaustivamente a quienes los acompañan en los cargos de la corporación. ¿Por qué? Por todo lo que ha venido ocurriendo a lo largo del tiempo cuando en muchos casos, esos puestos solos han servido para sacar de la pobreza y del anonimato a sujetos deleznables, ambiciosos y corruptos al extremo.
Por la gran cantidad de candidatos a las alcaldías de los municipios de Guatemala, entendemos que hoy por hoy, existe bastante gente, incluso ignorantes, analfabetos, seudo-delincuentes y mafiosos, que están seguros de poder desempeñar ese cargo municipal tan importante, aunque algunos de ellos tengan el exclusivo propósito, como ya ha ocurrido antes, de llegar a saquear las arcas del municipio y mientras mas pronto mejor.
Conforme a la Constitución de la República y la Ley Electoral y de Partidos Políticos, todos los ciudadanos guatemaltecos mayores de edad y sin juicios pendientes de resolver ante los tribunales de justicia, pueden postularse; por lo tanto aparecen hasta delincuentes conocidos pero nunca juzgados en algunas planillas para cargos de elección popular y ese es el peligro.
Ante el inminente riesgo de que las alcaldías sobre todo, sean copadas por el crimen organizado, la delincuencia común y organizada, las bandas internacionales de trasiego de estupefacientes y demás “lindezas”, solo nos queda el arma que podemos esgrimir con mucha responsabilidad y en protección absoluta de nuestra familia y el futuro comunal: El voto conciente; esa decisión que compromete el destino de nuestro pueblo por los siguientes cuatro años y talvez un poco o bastante mas tiempo.
Principiemos a meditar nuestro sufragio, exigiendo conocer a las personas que se postulan (pero a todas); exigiendo que presenten y hablen de sus Planes de Desarrollo Urbano y Rural para nuestro municipio; pidiendo que den a conocer, en la medida de lo posible, las capacidades y dones con que cuentan para convertirse en líderes y guías de los habitantes de nuestro municipio.
Convencidos totalmente de su idoneidad, votemos a su favor.