EDGAR ESAÚ GONZÁLEZ FLORES

Hará unos seis o siete años cuando me hablaron por primera vez de este caballero, estudiante entonces del Instituto Normal Mixto Alejandro Córdova y me relataron que, a pocos días de su graduación como Maestro de Educación Primaria, se había convertido en uno de los líderes estudiantiles mas positivos y trabajadores que habían pasado por ese centro educativo.
La conversación quedó ahí en aquellos días pero se me grabaron algunos detalles que me habían relatado sobre las virtudes y bondades de este joven.
Meses después me haría cargo de la dirección de una estación de Radio a la que, por ese “gusanito” periodístico y de proyección social importante, pretendí introducirle cambios sustanciales que me permitieran convertirla en algo fuera de lo común en Huehuetenango; para ello necesitaba gente especial y además de los muchachos que ya colaboraban conmigo, mi pensamiento “voló” hacia aquella conversación y creí que era momento de tomarla en cuenta.
Fui a buscar a su casa a Esaú y cuando por fin entramos en contacto, que fue el momento de conocerlo personalmente, le comuniqué mi deseo de que me apoyara en aquel proyecto diciéndole además de que como no podíamos pagarle mucho, él estaría en libertad de irse cuando se le presentara una mejor oportunidad. ¡Nunca me arrepentí de aquella decisión! Y ambos cumplimos: El se fue, previo aviso, cuando se le presentó algo mejor; yo sabía que no tardaría mucho con nosotros porque, de verdad, era un joven muy valioso.
Edgar Esaú, en los últimos tiempos, se convirtió en Maestro de la Primaria del Colegio De La Salle en donde, como era de esperarse, realizó una labor encomiable y ahí trabajó hasta la semana pasada; el domingo pasado, frente a la sede del Partido Patriota, lo atropelló un pick up cuyo conductor siguió su marcha sin ningún tipo de consideración. Yo que leo todos los reportes de la PNC nunca encontré algo referente al accidente y me han dado a conocer varias versiones.
Lo cierto es que Esaú, por los terribles golpes recibidos en la cabeza quedó en muy malas condiciones; fue trasladado a un centro hospitalario y me dicen que el partido político pretendió trasladarlo domingo o lunes vía aérea a Guatemala, pero que los médicos locales se opusieron por el gran riesgo que corría; pero en el curso de la semana siempre se lo llevaron y falleció, no obstante la diligencia médica, el jueves 10 de los corrientes.
Me uno muy sinceramente al pesar que embarga el corazón de sus familiares y amigos que seguramente, querían profundamente a este buen muchacho y traslado mis palabras de aliento y resignación, no exentas de angustia y dolor, a la señora madre de Esaú. Solo Dios, en su infinita sabiduría, conoce qué es lo mejor para todos nosotros y aunque nos duela profundamente el alma, tenemos que aceptar su Divina Decisión.
¡En Paz Descanse Edgar Esaú González Flores!