¿LIBERTAD DE PRENSA?

La libertad de emisión del pensamiento “por cualesquiera medio de difusión sin censura ni licencia previa” está garantizada en Guatemala, en el artículo 35 de la Constitución Política de la República; y en el mundo, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero de verdad, este precepto ¿Se cumple?.

            Mi respuesta, desde mi particular perspectiva y a partir de mis experiencias personales, es un rotundo NO.

            Principiemos por afirmar que algunos propietarios de medios de comunicación, principalmente aquellos que no tienen el menor conocimiento de lo que eso significa, le abrirán espacios siempre y cuando se escriba o se exprese lo que a ellos y a sus adláteres les convenga; la verdad para esa gente, no importa…Viven de la mentira que les conviene.

            En la capital muchos periodistas han pagado muy caro la expresión de sus ideas porque sencillamente les han quitado el trabajo en virtud de que “los dueños” se molestaron porque algo que ellos afirmaron no les gustó o no les convino; el último de ellos fue el Sr. Geovani Fratti, echado de su trabajo en Canal Antigua por pretender expresarse libremente; pero antes de él, existe una gran lista nacional que sería largo enumerar.

            Es muy conocido el enfrentamiento entre el periodista José Rubén Zamora Marroquín (Presidente de El Periódico) y la Presidencia y Vice-Presidencia de la República. Estos últimos no soportaron mas sus acres críticas y lo enjuiciaron; de esto escribimos hace un par de semanas, pero lo que no habíamos apuntado es que antes, a “El Periódico” le retiraron la pauta publicitaria gubernamental y “pidieron”, (exigieron, sería la palabra) a empresas particulares afines, a que hicieran lo mismo.

            Los medios de comunicación y por ende los periodistas, vivimos de la pauta comercial; si la empresa privada y en su caso, el gobierno central y municipal declara a uno o varios medios “non gratos”, será el principio del fin. Si eso ocurre será “la muerte” del medio y por consiguiente sus trabajadores serán despedidos.

            Empresas, asociaciones, sociedades y personajes de “cierto tipo”, no soportan ninguna clase de crítica mediática; pero ellos no “cierran espacios”, no quitan las pautas comerciales; simplemente amenazan y además, cumplen las amenazas; esto es, atentan contra la vida de los periodistas, algunas veces hasta la muerte.

            Un presidente de Guatemala expresó alguna vez: “A los periodistas, se les paga o se les pega”.

            Ante lo escrito anteriormente, repito la pregunta original: ¿Habrá libertad de emisión del pensamiento en Guatemala?