PAUSA

Dentro de la tecnología, aunque no sea precisamente muy moderna, oprimimos el botón de pausa y con ello detenemos el trabajo, la música, las ideas, la creatividad y una gran cantidad de elementos que pudieron ser muy positivos y que, por detenerlo todo, quizá se olvide para siempre y desaparezca la iniciativa que pudo convertirse en hermosa realidad.

                       Cuando en un País el tiempo y el trabajo se detienen, nos “bajamos” del mundo real y ocasionamos pérdidas lamentables por lo trascendentes desde el punto de vista ético, moral, laboral y progresista.

                       En el curso de los días anteriores un grupo de maestros, pequeño, mediano o grande (la cantidad no es importante),  convocó a la paralización de las actividades todas de Guatemala, mediante el trillado recurso de bloquear las principales carreteras del País. Recurso muy efectivo, principalmente cuando “las autoridades” se hacen de la “vista gorda” y no accionan para “hacer cumplir la ley”.  Esto significa que seguimos medio viviendo en un Estado anárquico que se convertirá mas temprano que tarde, en un Estado Fallido.

                       En medio de esta vorágine, un medio de comunicación entrevistó a una persona que se identificó como integrante del magisterio nacional (entendiendo esta expresión como trabajadores del Ministerio de Educación) quien, a la pregunta de ¿Qué hacen en la carretera? Contestó tranquilamente que estaban “trabajando”. Y yo, ni lerdo ni perezoso, le tomo la palabra.

                       ¡Sí estaban trabajando! Le estuvieron enseñando a sus alumnos, niños, adolescentes y jóvenes, pero también a los padres de familia, como ellos hacen para conseguir lo que se proponen independientemente de la justicia y lógica de sus demandas: Presionan a las autoridades y al pueblo en general de manera que las “autoridades”, en connivencia con los dirigentes, consigan lo que se proponen; “Las autoridades
“chasquean” los dedos de la mano, llaman a los dirigentes, que  hacen lo mismo (chasquear dedos) y allá van algunos (pocos o muchos, eso no importa) y el País se torna en un verdadero caos.

                       Niños, adolescentes, jóvenes alumnos del sector oficial y padres de familia han aprendido entonces qué es lo que tienen que hacer para “sacar” a uno de estos trabajadores del MINEDUC que sea haragán, ineficiente e incapaz: cerrar la escuela, tapar los caminos, calles y avenidas y si es necesario, carreteras, para que “las autoridades” se vean en la necesidad de “echarlo” para que todo vuelva a su normalidad. Ese es el método y la estrategia que han enseñado y a ello se tienen que atener en el futuro.

                       Y como de todo hay en la Viña del Señor, nuestras felicitaciones a los Maestros dignos que no se prestan a estos “juegos político-corruptos” y continúan atendiendo a los educandos a quienes algunos, les están vedando el derecho que tienen a un normal proceso educativo.